En la segunda parte de esta serie expliqué cómo fue que Julio Roa encontró el departamento de Alejandra Barrales en Miami gracias a que Barrales cometió el error de registrar el depto a nombre de una empresa LLC, sin saber que la las empresas LLC quedan registradas en una base de datos pública de los gobiernos estatales de Estados Unidos, en este caso de Florida.
Señalé también que si Barrales hubiera registrado su departamento com un fideicomiso, nunca la hubieran encontrado. Y dije que usar un prestanombres para registrar propiedades en Estados Unidos es un grave error por las implicaciones legales que tiene. Para ilustrar este punto sobre el uso de prestanombres, no hay mejor caso que el de Elba Esther Gordillo y su casa en San Diego, California.
La prensa mexicana dio a conocer recientemente que Gordillo registró su mansión en la isla de Coronado, una de las zonas más opulentas de San Diego, California, a nombre de una empresa basada en México. La empresa, de acuerdo con el registro público de la propiedad, está a nombre de la madre de Gordillo.
En otras palabras, Gordillo habría tratado de poner dos cortinas (la empresa y el nombre se su madre) para que se supiera que ella era la dueña de ña mansión. Pero al final dar con el verdadero dueño resultó sencillo: se buscó el nombre del dueño de la mansión en el registro público de la propiedad de California. Luego se buscó el nombre de la empresa en los registros públicos de la propiedad en México. Y listo. Se da con el nombre y se determina que la verdadera dueña es Gordillo.
Para fines legales es irrelevante que la dueña de la mansión sea oficialmente una empresa. Si el gobierno mexicano o el de Estados Unidos hubiera determinado que Gordillo estaba involucrada en algo chueco, se hubiera podido armar un juicio contra la empresa y contra sus dueños, nadamás que el gobierno de Peña Nieto a la mera hora no tocó las propiedades de Gordillo aparentemente por una decisión política. Por lo cual, ese tipo de andamiaje legal simple y sencillamente no funciona para proteger propiedades.
En cambio, si Gordillo hubiera registrado su mansión en San Diego por medio de un fideicomiso, nunca la hubieran podido tocar ni se hubiera sabido el verdadero beneficiario de la mansión.
Ahora bien, el caso de Gordillo buscó usar un andamiaje legal más o menos derecho y que no despertara muchas suspicacias. Pero hay casos de extrema corrupción, como los de Javier Duarte, Moreira, etc, en los que de plano se usan prestanombres de manera directa. Y eso tiene implicaciones legales muy graves. Por dos razones:
Porque un prestanombres puede quedarse legalmente con las propiedades si se le pega la gana.
Porque si las autoridades de Estados Unidos encuentran algo ilegal, y detienen al prestanombres, el prestanombres puede balconear al que está detrás a cambio de beneficios legales Y con la posibilidad de quedarse con algo de la propiedad como parte del arreglo con las autoridades.
Pero con un fideicomiso bien hecho, resulta muy difícil o hasta imposible proceder legalmente contra alguien que registra un propiedad a nombre del fideicomiso siempre y cuando la propiedad sea legal.
Porque al final, si se registra una propiedad en Estados Unidos a nombre de un tercero, los balconeos y problemas legales no desaparecen. Esa es una lección que tendrán que aprender pero YA en Morena. Pero de eso hablaremos en la cuarta entrega de esta serie.
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