Por Victor Hernández
Adán Augusto López sugirió recientemente que se puede resolver la crisis del agua en Sonora llevando agua de Tabasco.
Lo cual, francamente, no es factible ya que implica hacer un ducto que atraviece todo el país.
Una mejor solución para incrementar el acceso al agua en los estados del norte (dije NORTE, no Nuevo León que es ranchería) es desarrollar plantas desalinizadoras solares en Sonora y Baja California.
Una desalinizadora solar tomaría agua del Mar de Cortés y la evaporaría en los desiertos de Sonora y de Baja California para luego integrarla a los depósitos municipales. La sal que queda como residuo del proceso se transportaría a algún depósito en los desiertos de Sonora y Baja California para no regesarla al mar y no afectar a la flora y fauna marítima.
Con este proceso se puede garantizar el abasto de agua en Baja California, Sonora, Chihuahua y Coahuila. Es decir, en los estados del norte.
¿Y Nuevo León? Pues Nuevo León sí tiene agua. Lo que no tiene es madre al seguir desperdiciándola en embotelladoras de sodas y cerveza cuando hace falta para consumo humano.
Aún así, también se podrían instalar desalinizadoras solares en Tamaulipas para abastecer al estado y a Nuevo León, pero con la condición de que, por ley, el agua desalinizada sólo se pueda usar para uso doméstico y para agricultura no-industrial. Es decir, para campesinos.
El proceso de desalinización solar es sencillo. Se lleva agua de mar a la desalinizadora, se pone en domos, se calienta con espejos reflejando luz solar para acelerar el proceso de evaporación y listo. El agua desalinizada se integra a la red pública y la sal se lleva a un depósito en el desierto para que no incremente la salinidad del mar.
Lo mejor de esto es que la georgrafía de México permite poner plantas desalinizadoras solares en puntos estratégicos para abastecer de agua a todos los estados que más lo necesitan. Estados Unidos no podría hacer lo mismo ya que su geografía no se los permitiría.
Si AMLO o Marcelo Ebrard el próximo sexenio inician una red de desalinización solar pondrán a México a la vanguardia ante una de las peores crisis que tendrá el planeta en las próximas décadas: la crisis del agua.
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