sábado, 12 de junio de 2021

Vean: En EU sabían desde 2005 que no era recomendable tener clases presenciales en una pandemia

 Por Victor Hernández

Tengan paciencia con la introducción a esta columna porque explica con mucha claridad por qué no se debe regresar a clases presenciales en una pandemia y por qué fue un error garrafal tanto de Andrés Manuel López Obrador como de Claudia Sheinbaum el pedir el regreso a clases en la Ciudad de México. Simple y sencillamente nisiquiera las condiciones de sana distancia son suficientes para evitar contagios.

El periodista Michael Lewis publicó recientemente un libro titulado La Premonición, que trata sobre la manera en la que el gobierno de Estados Unidos empezó a diseñar una estrategia para responder a una pandemia desde 2005, pero que la administración de Donald Trump ignoró hasta que fue demasiado tarde.

Todo empezó porque en 2005 George W. Bush leyó un libro sobre la pandemia de influenza de 1918 y se espantó tanto que ordenó que se armara una estrategia para contener a una pandemia similar. Dos de los médicos estaban a cargo de hacer la estrategia encontraron casi por azar un proyecto de una estudiante de preparatoria que modelaba en software la manera en la que crecerían los contagios durante una pandemia similar a la de 1918.

El software de modelo de predicción indicaba con toda claridad que los principales focos de contagio serían las escuelas debido a que simple y sencillamente no era posible mantener la suficiente distancia entre los alumnos dentro de los salones, ni en el transporte público. Y si un alumno se contagiaba fuera de la escuela, los contagios aumentarían de manera exponencial.

Además tampoco había condiciones para tener actividades en oficinas y centros de trabajo durante una pandemia. Mismo problema: no era posible controlar los contagios en espacios cerrados con poca distancia entre la gente.

Cuando los médicos presentaron las recomendaciones para suspender clases durante una pandemia a otros médicos y "expertos", fueron inmediatamente rechazados y atacados por proponer tal cosa. Que porque eso afectaría a la economía. Y además que porque en 1918 se suspendieron clases y de todos modos hubo un montón de contagios y muertes.

Lo que los "expertos" no se tomaron la molestia de investigar, pero los médicos que propusieron suspender clases sí, fue que en la pandemia de 1918 las ciudades donde hubo más muertos suspendieron clases cuando ya era demasiado tarde. En cambio, las ciudades que suspendieron clases cuando aparecieron los primeros contagios tuvieron un porcentaje menor de muertes.

Para llegar a esta conclusión, los médicos hicieron una visita a una escuela, se sentaron en los mesabancos, y observaron tres cosas:

1. Si alguien en un mesabanco extendía los brazos, alcanzaba a al vecino  de junto, lo cual hacía imposible tener un salón completo con clases sin riesgo de contagio.

2. Los espacios entre los mesabancos eran muy pequeños. Alguien que pasara caminando podía contagiar fácilmente a toda la fila de alumnos en ese corredor.

3. La densidad de personas en una escuela es tan alta como en una oficina de gobierno en la que hay que hacer fila para trámites. Es simplemente imposible evitar contagios en una escuela.

La propuesta de suspender clases en las escuelas recibió todo tipo de rechazos y críticas. Fue hasta 2020, 15 años más tarde, que empezó a implementar. Y eso cuando ya era muy tarde, para tratar de contener la pandemia de covid en Estados Unidos. ¿Por qué? Porque Donald Trump pensaba que cerrar escuelas lo haría verse mal políticamente.

Al año siguiente, Joe Biden le chantajeó a las escuelas de Estados Unidos para que regresaran a clases. Si no regresaban a clases, les quitaban presupuesto. Así que las escuelas regresaron a clases con medidas francamente idiotas. Pusieron a una sola clase en dos salones para que hubiera "sana distancia". Pero como en un salón no iban a escuchar lo que pasaba en otro salón, todos los estudiantes tuvieron que tomar sus lecciones en una computadora. Es decir, regresaron a clases tan sólo para tomar clases a distancia.

En México a Andrés Manuel López Obrador se le quemaban las habas por reabrir las escuelas. Primero quería que fuera en Campeche, donde estaban en semáforo verde. Pero el gusto le duró unos cuantos días porque poco después del regreso a clases Campeche pasó a amarillo.

En la Ciudad de México Claudia Sheinbaum se apresuró a abrir escuelas en cuanto hubo semáforo verde. No tenía sentido, puesto que sólo le quedaban dos meses al año escolar. Pero lo hizo para darle gusto a Andrés Manuel López Obrador.

A los tres días del regreso a clases se reportó un caso confirmado y dos casos sospechosos de covid en dos escuelas en la Ciudad de México. Una púbica en Tláhuac y una privada en Mixcoac. Al covid le valen gorro las clases sociales. Contagia por igual a todo el mundo.

Si ya había quedado mal parada Claudia Sheinbaum por el mal desempeño de Morena en la elección intermedia en la Ciudad de México--en buena medida por errores de su gobierno, aunque también por la compra de votos del PAN--ahora con esto su gobierno va seguir contra la pared.

Y claro: las aspiraciones presidenciales de Claudia Sheinbaum se fueron al caño. Claudia Sheinbaum debe entender que ya no podrá ser presidenta en 2024, y que lo único que le queda para estos tres años siguientes es corregir los errores que ha cometido para que Morena no pierda todo. Entre esos errores está la necedad de regresar a clases presenciales sin que esté vacunada la mayoría de la población.

Porque así como están las cosas, nisiquiera llamando a los moneros del Chamuco para que le hagan propaganda va a poder levantar a su gobierno.



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