viernes, 22 de marzo de 2013

Mancera (@ManceraMiguelMX) y el problema de la comunicación en el GDF

Por Victor Hernández

Creo que ya es tiempo de decir esto: Miguel Ángel Mancera está descuidando la manera en la que su gobierno comunica temas que podrán parecer triviales, pero que para sus adversarios y malquerientes les sirven para hacer un gran escándalo y golpearlo en los medios.

Temas como el de los "perros asesinos", o el del viaje de Mancera al Vaticano han hecho las delicias de los que le quieren pegar a Mancera ya sea por hígado, por hacer el trabajo sucio del PRI, o para presionarlo por publicidad.

En el caso de los perros de Iztapalapa el asunto fue muy sencillo: Doce de los perros capturados tenían en sus estómagos restos de las víctimas que murieron a causa de sus mordidas, así como restos de las ropas de las víctimas. Una víctima que sobrevivió a un ataque de perros identificó además a uno de ellos.

Sin embargo, el reporte que demuestra con absoluta contundencia que sí fueron perros los que causaron la muerte de 5 personas en el Cerro de la Estrella se mencionó en los medios hasta el 11 de marzo pasado. Y eso porque el informe fue enviado a la Asamblea Legislativa del DF.

El caso del viaje al Vaticano tuvo todo tipo de señalamientos de guerra sucia, empezando con la acusación de Milenio y Reforma de que Mancera había dicho que el Vaticano le pagaría el viaje.

La realidad es que Mancera jamás declaró tal cosa. Dijo que recibió una invitación; que la estancia estaba garantizada (lo cual claramente se refiere a la ENTRADA al evento, al cual no dejan entrar a todo el mundo) y que no le costaría al GDF su viaje.

Y en efecto, al erario no le costó. Mancera y los funcionarios que fueron con él pagaron de su bolsa el viaje y además les descontaron los cinco días que estuvieron de viaje.

El viaje, por cierto, no fue sólo al Vaticano, sino también a España.

Aquí el asunto también es sumamente sencillo: Mancera recibe una invitación del Vaticano para ir, lo cual convierte al asunto en evento protocolario. Se paga su propio viaje y punto. Aprovecha además para ir a España en asuntos oficiales.

Pero tanto los medios que están molestos porque aún el GDF no ha dado contratos de publicidad; como la ultraizquierda que a nada más que a Hugo Chávez considera de izquierda; y el PAN se agarraron de este tema para estar golpeando a Mancera.

Y si bien Mancera aguanta vara, lo que no está bien es que se genere un desgaste en la Jefatura de Gobierno del DF por trivialidades, que son precisamente de las cuales se cuelgan los adversarios y malquerientes para hacer guerra sucia cuando no tienen motivos realmente de peso para criticar.

No pretendo decirle al GDF qué hacer, pero sí creo que Mancera podría tener una mejor estrategia de respuesta hasta para las trivialidades.

No porque valga la pena responder a trivialidades, sino porque las trivialidades dejan de serlo cuando los malquierientes las agarran de bandera y los medios las convierten en guerra sucia.

Vaya, a López Obrador le pretendieron hacer guerra sucia por unos tenis de 100 dólares de uno de sus hijos, y a Marcerlo Ebrard por cocinar unas galletas.

Porque por una nota de mala leche en Reforma o en Milenio, los malquerientes contra Mancera tienen parque para estar golpeteando en redes sociales todo el día.

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