Por Victor Hernández
El lunes pasado Andrés Manuel López Obrador dijo que enviará al congreso una reforma para eliminar el outsourcing. Que porque se presta para abusos.
Muy bien. Pero hay un problema con eso: si desaparece el outsourcing, va a poner en serios problemas económicos a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs).
Por esto:
Muchas PyMEs no pueden contratar trabajadores de manera deirecta debido a que no cuentan con la capacidad económica. Adicionalmente, edificios de condominios no pueden contratar directamente a trabajadores de limpieza, seguridad, etc, y contratan el servicio de empresas que ofrecen limpieza, seguridad, etc.
Si no existe el outsourcing, va a ser imposible tanto las PyMEs como los edificios de condominios el poder contratar a un trabajador.
Ahora bien, el verdadero abuso al que se refiere AMLO no viene de la PyMEs, sino de las grandes empresas que sí tienen el dinero para contratar trabajadores pero mejor los contratan por medio de una outsourcing para que los puedan despedir sin problema.
Por cierto: también los gobiernos hacen eso. El gobierno federal, el congreso, y los gobiernos estatales contratan trabajadores de limpieza por outsourcing, por ejemplo.
Por lo cual, si AMLO quiere enviar una reforma para el outsourcing al congreso, no debe ser para prohibirlo, sino para REGULARLO.
¿Cómo regularlo? Permitiéndolo para PyMEs y condominios, pero prohibiéndolo para grandes empresas que claramente tienen el ingreso para contratar empleados directamente.
Y punto. Porque de lo contrario AMLO va a poner en serios problemas a las PyMEs, que son las que generan la mayoría de los empleos en México. Y si eso pasa, muchísima gente le va a retirar el apoyo.
Lo cual a los únicos que ayudarían sería a los del PRIAN, quienes gustosos regresarían el outsourcing a su forma anterior si regresan al poder.
Esperemos entonces que en este caso AMLO le haga caso al sentido común y no a su necedad.
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