miércoles, 28 de septiembre de 2016

Desapariciones ¿Sera posible denunciarlas sin reproducir sus efectos? @sladogna

  (Lugar del secuestro de Matilde Vara de Anguita (24/07/1978), abuela de Julia autora de esta fotografía)

Desaparecer ¿Es posible esquivar la obscenidad de su terror, de su miedo, de su horror?*
*Alberto Sladogna

"Jamás es así completamente porque siempre hay tristezas locales. Spinoza no lo ignora. De seguro siempre hay tristezas. La cuestión no es si las hay o no, la cuestión es el valor que ustedes les dan, es decir, la complacencia que les conceden. Más complacencia les conceden, más de vuestra potencia invertirán para investir el trazo de la cosa y más potencia perderán." (Deleuze, citado por Kadmillus Haimrich)

“El primero es la terapia, no en el sentido de la renormalización del cuerpo considerado enfermo, sino como una práctica de la reactivación del placer: del cuerpo erótico de la sociedad. De ahí, podemos pasar a la poesía, en el sentido de poiesis, es decir, la creación artística colectiva, y sólo después de pasar por ambas podremos regresar a la política» Franco “Bifo” Berardi

¿Cómo es que el análisis puede estar afectado por el tema de las desapariciones forzadas como los treinta mil desaparecidos en Argentina o de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, México? No hay análisis sin analista, en este caso un analista –junto con otros- está afectado por sus desaparecidos. Con ellos guarda una forma de conversación, suelen visitarlo en sus sueños, a veces en imágenes diurnas, en esos momentos se produce una conversación. A este analista no les molesta que hace cuarenta años que los desaparecieron, los tiempos cronológicos no guían el dolor subjetivo ni la alegría de esos encuentros. A partir de esa experiencia el analista, en tanto afectado, convoca a esta actividad. Aquí abordamos una forma singular del ejercicio del verbo desaparecer: una persona es tomada ("secuestrada","levantada",...) por un grupo paramilitar, una banda del narcotráfico, un grupo de tareas de la políticías y/o de las FFAA, en ocasiones, una trágica combinación de ese conjunto de fuerzas. Este ejercicio macabro del verbo desaparecer no guarda articulación con la desaparición de unas llaves, la desaparición de un libro de la biblioteca, la desaparición de un comercio. No se trata de una desaparición simbólica, se trata de una desaparición real que afecta a su simbólico y a su imaginario. Estos tres elementos son puestos en la superficie por un afecto que aparece en el cuerpo de quienes buscan con vida a quienes fueron llevados con vida: el amor del desaparecido.


Ante la práctica de la desaparición de humanos algún@s consideramos pertinente enfrentarla, algún@s consideramos pertinentes analizar esa práctica y sus consecuencias. En concreto, algun@s somos afectados por esas desapariciones, no se trata de “todos” (¿…?), se sabe que no “todos” son afectados por la existencia de esa práctica, más aún hay porciones de ese “todos” que acepta e incluso solicita que se aplique a…otros. Los miembros de cada sociedad saben, tienen información, no ignoran. Es como si fuera necesario indicar a los miembros de la sociedad que el capitalismo los y nos explota, eso ya lo saben, lo sabemos sin necesidad de leer a Carlos Marx. Ellos saben, y cada uno de nosotros, que se hace desaparecer a las personas, ayer durante la dictadura –caso Argentina-, durante la democracia hoy –caso México. Es cierto las formas de la desaparición desde México a la Argentina han mutado, ya no son ni iguales ni semejantes a las formas anteriores.

Para continuar leyendo la página que resta: http://www.escucharte.info/2016/09/desaparecer-esquivar-obscenidad-de-su.html



No hay comentarios.:

Publicar un comentario