De acuerdo con Reforma, ayer el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, se congratuló de que un juez hubiera suspendido la inhabilitación a Oceanografía para recibir contratos de Pemex.
Que porque "es la mejor manera de que no pase lo que pasó con Mexicana", refiriéndose a la aerolínea.
Murillo mintió. No tenía nada que ver lo uno con lo otro.
En el caso de Mexicana, el gobierno de Vicente Fox privatizó a la aerolínea vendiéndosela a Gastón Azcárraga en 2005 vía Grupo Posadas. Pero fue mal administrada por la IP y, por consiguiete, tuvo que dejar de operar y dejó a sus trabajadores en el desamparo.
Por consiguiente, el gobierno federal tenía la obligación de rescatar a Mexicana porque su quiebra resultó de una acción del gobierno federal permitir que un empresario cuate de la derecha la comprara.
El caso de Oceanografía es completamente distinto. Una empresa privada obtuvo contratos de Pemex de manera irregular y luego incurrió en fraudes con un banco privado. Vaya, esa empresa nisiquiera debería existir, ya que la operación del sector energético debería ser exclusiva del Estado.
Oceanografía debió haber quebrado, se debió haber nacionalizado y sus trabajadores debieron pasar a ser trabajadores del Estado. Con el dinero de la venta se debió haber pagado el daño al erario que le pudo haber causado Oceanografía.
No es, por lo tanto, un caso similar. Los dueños de Oceanografía jamás debieron haber tenido más contratos ni debió Pemex haber permitido que ninguna empresas privada operara en el sector energético.
Sólo puedo imaginar dos posible razones para que Murillo Karam hubiera dicho esta tontería de comparar a Oceanografía:
1. Por ignorante.
2. Porque le dieron línea de defender a Oceanografía para que la gente no piense mal de las empresas privadas que van a entrar a saquear a Pemex.
Voto por las dos opciones.
La realidad es que lo que pasó con Oceanografía es lo mismo que va a pasar con las empresas privadas que entren a Pemex. Ya ocurrió con la banca en el sexenio de Salinas y en el de Zedillo. Privatizaron la banca, se hicieron fraudes millonarios y al final se les tuvo que rescatar por medio del FOBAPROA ¡que aún se sigue pagando con los impuestos de los mexicanos!
Por eso es que lo mejor será echar abajo la reforma energética por medio de la consulta energética de 2015.
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