Con la novedad de que, de acuerdo con Reforma, dijo ayer el ex dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, que "hay una campaña de denigración del PAN, de acontecimientos lamentables, que no se niegan pero que están muy exagerados, y que hay que cuidar porque forma parte de desprestigio del PAN hacia la campaña de 2015. No negamos los hechos, pero sí están muy exagerados."
Bravo Mena se refiere, desde luego, a los panistas presos en Brasil, a los panistas nazis de Jalisco y Chihuahua, al panista de Jorge Romero que hizo insultos racistas y clasistas, y a otras fichitas del panista Jorge Romero en la Delegación Benito Juárez.
Lo que este cinicazo está diciendo es esencialmente que bueno sí, sí somos unos puercotes pero ya no la hagan de pedo. Particularmente en el caso del panista de Chihuahua que se disfrazó de Hitler, como veremos más adelante.
¿Le parece de verdad exagerado a Bravo Mena que tenga en sus filas a gente que alba a Hitler?
¿Le parece asunto menor que panistas acosen sexualmente a una mujer y luego golpeen a su esposo hasta dejarlo inconciente?
¿Es pecata minuta para Bravo Mena que sus militantes insulten a los "prietos sin varo" y alaben a la "raza blanca"?
¿O le parece poca cosa que la policía del gobernador panista de Puebla, Rafael Moreno Valle, le haya abierto el cráneo a un niño con una bala de goma al reprimir una manifestación?
En lo único en lo que Bravo Mena podría tener razón es en el caso de la panista que atropelló y mató por accidente a una persona en Veracruz. En ese caso los medios lo manejaron como si hubiera estado ebria. No fue el caso. Pero el gobierno priista de Javier Duarte manejó la versión de que iba borracha para hacerle guerra sucia por haber denunciado las trapacerías de Duarte.
Pero en el resto de los casos no hay exageración ni hay desprestigio. Se desprestigió solo el PAN teniendo en sus filas a racistas y delincuentes.
Donde Bravo Mena de plano llegó al colmo del cinismo fue en esta declarción:
"No se niegan los hechos, están exagerados; por ejemplo el del disfraz de Hitler en una fiesta de Halloween, y que a ningún panista se le ocurriría disfrazarse de ese personaje nefasto."
Creo que Bravo Mena se hizo el candado. ¿Qué es lo que le pareció exagerado? ¿Que se criticara al panista que se disfrazó de Hitler o que se dijera que a ningún panista se le ocurriría disfrazarse de Hitler?
Si es lo primero, entonces a Bravo mena no le parece que sea recriminable el disfrazarse de Hitler y que una diputada suplente se disfrace de la esposa de Hitler.
Y si es lo segundo, lo que Bravo Mena está diciendo es que no exageren, sí hay panista que se disfrazarían de Hitler.
Peor: Bravo Mena admite que estas imbecilidades de los panistas sí le afectan electoralmente al PAN, por lo cual pide que no se las echen en cara.
Cinicazo. Que vaya mucho a chiflar a la loma. Un partido de fascistas, nazis, corruptos y violentos no merece seguir en el poder.
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