"Lo propio de la máquina capitalista es hacer la deuda infinita" Gilles Deleuze, artículo escrito por el empresario marroquinero Raúl Zylbersztein
El tema de los Buitres es un nuevo punto de inflexión para la continuidad del proyecto de una Argentina Soberana. Sería un error grave pensar esto en términos de deuda y de una simple negociación de números.
No es posible pensar que unos tipos compraron los destinos de nuestro país por 48 millones de dólares; porque además de ser los tenedores de bonos, son los tenedores de jueces, donde sea el país que estén.
La deuda no es para pagar. Nos la metieron a punta de pistola en la dictadura de los 70s; nos presionaron para que no la investiguemos en los 80s y la acrecentaron y se quedaron con el país en los 90s. Y ahora encontraron la vía judicial para no necesitar ejército de ocupación. Pero cuidado, esto no es decisión de un país. Es decisión de corporaciones que tienen sojuzgados a los países; los pequeños y también los grandes; ¿o vamos a pensar que Obama tiene todo el poder de USA?
En Argentina decidimos pagar y ser soberanos, Vivir con lo Nuestro; y eso no es perdonable. ¿Por qué los que tienen que vivir de lo nuestro son otros?
El gobierno está en una encrucijada difícil de solucionar. La opción de pagar nadie la toma en cuenta; nadie pretende eso. La otra es oponerse al fallo y resistir desde lo político, buscando que los que se pronunciaron a favor de la Argentina hagan una alianza y busquen la manera de enfrentar a este poder económico que destruye las posibilidades de crecimiento independiente de los pueblos y naciones. Y no condicionara así a los futuros gobiernos con políticas impuestas, como veníamos recibiendo las décadas pasadas. Y la otra posibilidad, es la que se escucha en el establishment, sentarse con el Juez y los acreedores y charlar amistosamente una negociación.
¿Qué es lo que deberá dar Argentina para que los bonistas que no adhirieron entren a un canje? Si el gobierno negocia un canje con éstos, para toda la hecatombe inminente; patea el problema unos cuantos años para adelante; ingresa con todos los laureles al mercado de capitales, y tiene un fin de su gestión, de su gobierno a toda fiesta; e inclusive se queda con la posibilidad de poner a otro gobierno de su mismo signo.
Si no lo hace, tendrá un gran problema para terminar bien su gestión; ya que ahora el solo arreglo con el Club de Paris, no le dará el cómodo ingreso los mercados internacional de capitales. Llegara como pueda al fin del mandato, y el opositor que gane, lo hará sin problema teniendo una fiesta de 4 años como los primeros 4 años de Menem.
La oposición dice negociar; pero ¿cuál es el límite de esa negociación? ¿Qué se puede entregar y que no? ¿Cómo negociar con alguien que no quiere que le paguen? Sería muy bueno que todo el arco político diga no; que las democracias del mundo digan no. No se trata de Honrar las Deudas u Honrar los Fallos Judiciales; ¿o qué mierda es lo que hay que honrar?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario