Ayer por la mañana vi en Twitter una fotografía de la Secretaria de Desarrollo Social del GDF, Rosa Icela Rodríguez, encabezando un canje de armas por tabletas digitales en Xochimilco. Esta es la foto:
Lo he dicho antes. Rosa Icela Rodríguez es una de las personas más trabajadoras y más dedicadas a su trabajo que conozco. Pero lo que me llamó de la foto no es eso, sino el hecho de que el GDF está buscando reemplazar la cultura de las armas por la cultura digital.
Horas más tarde vi una nota de Notimex sobre el hecho de que la ciudad de San Antonio, Texas, abrirá la primer biblioteca pública 100% digital a la cual llamaron BiblioTech.
No habrá libros de papel. Quien acuda podrá leer libros en computadoras, laptops y tabletas disponibles para su uso dentro de la biblioteca. O bien, se podrán llevar los libros a su casa en una memoria.
Además, quien tenga un smartphone, o una tableta en casa podrá tener acceso a la biblioteca desde cualquier lugar donde se encuentre.
El juez del condado de Bexar, donde estará la biblioteca, de acuerdo con la nota de Notimex, declaró que es ávido lector de libros de papel, pero "el mundo está cambiando, y esta es la mejor y más eficaz manera de llevar los servicios a nuestra comunidad."
En el DF ya se está promoviendo este cambio a la cultura digital. Mientras más gente tenga tabletas, será mayor la posibilidad de darle acceso a la gente a bibliotecas digitales.
Ya dijimos en otra columna la facilidad con la cual podría hacerse una Biblioteca Digital de la Ciudad de México y fementar tanto la lectura como la escritura entre los jóvenes. Pero también podría el GDF promober la lectura de libros digitales de otras formas.
Por ejemplo: poner kioskos de libros digitales en las estaciones del Metro y Metrobús. Vamos, en las estaciones del Metrobús regalan el periódico de Ricardo Rocha y la gente se lo lleva nadamás para tener con qué entretenerse en el trayecto. ¿Qué tal si además se les ofreciera una terminarl WiFi para descargar libros digitales de su preferencia?
Es más: Se podrían hasta vender libros digitales de editoriales comerciales a bajo costo usando las tarjetas del Metrobús en un kiosko del Metro y Metrobús, o como las máquinas de recarga de celulares; con billetes y monedas. Cada libro 50 pesos. Mucho mejor que 200 pesos por libro de papel.
En fin, las posibilidades son amplias (a ver cuando nos vemos, Rosy, para platicar más sobre el tema). Y es gracias a que el GDF está promoviendo la cultura de la tableta digital, por ejemplo con los canjes de armas que encabeza Rosa Icela Rodríguez.
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