Por Victor Hernández
Está haciendo un berrinchazo la derecha comandada por Claudio X González junior ante la inminente aprobación en el pleno del Senado del Plan B de la reforma electoral de AMLO.
El berrinche consiste en hacer un space en Twitter con Ciro Murayama y en llamar a ir hoy mismo al Senado a hacer un "plantón rosa", además de mandar cabilderos al Senado a tratar de convencer a los morenistas de que no le quiten el dinero al INE y no quiten a un cuate de Lorenzo Córdova del control operativo del instituto.
¿Sirven de algo los space? No.
¿Cuánta gente hay "plantada" en el Senado? Nadie. Vaya, si los del FRENAA tenían casas de campaña vacías en el Zócalo, menos se van a ir plantarse al Senado los fifís de Las Lomas o los aspirantes a fifí de la Del Valle y de la Nápoles.
Lo que pone en evidencia el berrinche de la derecha es que no tienen respaldo popular. Quieren tratar de hacer ruido para ver si espantan a... mmm... ¿a los del PRIAN? Porque serían los únicos que le harían caso a la derecha. Ricardo Monreal anda muy mansito desde que MC reiteró que no va en alianza con el PRIAN y además sus posibles candidatos son los tarados de Monterrey, Samuel García y el junior de Colosio.
Lo más interesante del caso es que la derecha esté haciendo ese berrinchazo por una mini-reforma a leyes secundarias que deja al INE exactamente como estaba, pero recortándole el presupuesto y sin acceso a dinero oscuro de fideicomisos.
Ese era, al final, todo el problema de la derecha; que si el INE ya no puede usar dinero oscuro de manera discrecional, entonces el INE ya no le puede dar dinero a la derecha por medio de empresas fachada. Es decir, la derecha se queda nuevamente sin acceso al erario.
Saben además que no tiene nada que ver con la organización de elecciones, ya que el Plan B entraría en vigor hasta después de la elección de Edomex y Coahuila, que también perderían inclusive sin cambios en el INE.
En otras palabras, lo que realmente le duele a la derecha es que los deje de mantener el gobierno y que ahora sí tengan que empezar a contemplar la posibilidad de ¡horror! ponerse a trabajar.
Pero está bien ¿no? Ellos mismos dicen que el cambio está en uno mismo, ¿no? Ah pues ahí está.
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