Por Victor Hernández
Finalmente chingó a su madre Luis Echeverría, genocida priista responsable por la matanza de Tlatelolco en 1968, el Halconazo en 1971, y la guerra sucia contra opositores de los 70s.
Razón por la cual Echeverría lo que merece en su tumba no son flores, sino mierda.
Y lo mismo su partido, el PRI. Merece el repudio de todos los mexicanos por haber sido un partido de genocidas y corruptos.
Lo mismo va para la alianza PRIAN. Son lo mismo. Solapadores de genocidas y corruptos.
Ahora bien, así como indigna la impunidad con la que murió Echeverría, también indigna la impunidad que siguen teniendo los demás ex presidentes y peces gordos del PRIAN. Mientras la 4T siga sin castigar sus fechorías, la indignación que ahora hay por la impunidad de Echeverría se podría convertir en desencanto electoral. Y si eso pasa, el proyecto de izquierda podría tener serios problemas s futuro.
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