Por Víctor Hernández
Lorenzo Córdova es un mequetrefe y un avorazado cuyo sueldo no se justifica ni los asomo. Y aún así lo que le hizo Morena en el congreso es deleznable.
Un diputado de Morena, a quien no voy a mencionar por nombre porque es irrelevante, le negó el saludo. Muy bien. Se podría decir que está faltando al trato institucional que debe haber entre legisladores y funcionarios, pero lo vamos a pasar por alto y vamos a decir que es muy su gusto.
Pero luego Córdova le dio una palmada amistosa en el hombro y el diputado de Morena se puso como loco a decir que no lo tocará y que era un igualado.
Y ahí como izquierdista que soy—y como contribuyente que paga los sueldos de ambos—de plano dije “no mames, cabrón. Nos está haciendo quedar mal a todos.” Lo que hizo Morena mostró una pequeñez que más bien es digna de la derecha al pretender se superiores que otro mero mortal. Fue DELEZNABLE lo que hizo Morena.
Y habrá quién diga “pero si tú te le pusiste al brinco a los medios luego del fraude de 2012.” Y mi respuesta será “sí, pero en ese entonces éramos oposición. Ahora somos el poder. Y el poder no puede tener ese tipo de desplantes porque cuando lo hace la oposición es protesta, pero cuando lo hace el poder es AUTORITARISMO.”
¿Que Córdova es un hijoputa y que le pagan demasiado? Entonces lo que deben hacer los legisladores es presentar una reforma constitucional para bajarle el sueldo y sanseacabó. Pero esas mamadas de ponerse a ver quién mea más lejos y quién hace más pancho en San Lázaro simplemente no van.
Si la izquierda no va a saber ser autoridad, y sigue estancada en 1988, el proyecto de izquierda no va a llegar a ningún lado. Las décadas de lucha se van a ir al carajo y la mayoría de los mexicanos no podrán ver concretado el cambio verdadero.
¿Eso es lo que quieren?
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