martes, 9 de noviembre de 2021

Vean: Carla Humphrey gana lo mismo que Lorenzo Córdova, pero a ella no la tocan en la izquierda pese al #GUATEMALAGATE

Por Victor Hernández

Otra cloaca que destapó el GUATEMALAGATE fue la vida fifí de la consejera del INE Carla Humphrey, cuya boda con Santiago Nieto se llevó a cabo en Guatemala y fue la causa por la cual Paola Félix viajó en el vuelo privado de Juan Francisco Ealy Ortiz con 35 mil dólares.

Humphrey literalmente gana lo mismo que Lorenzo Córdova, el consejero presidente del INE. Tiene los mismos privilegios y se puede dar la misma vida de lujos gracias a ese sueldo obsceno de casi medio millón de pesos al mes. De ahí que se pueda pagar una boda en otro país.

Pero a pesar de eso, en la izquierda no han tocado ni con el pétalo de un cuestionamiento a Carla Humphrey.

OJO: No estoy diciendo que Lorenzo Córdova no sea un mequetrefe y que no merezca ser criticado. De hecho lo que merece es que le revoquen el cargo. Lo que sí estoy diciendo es que así como tundieron a Córdova en el congreso un día antes de la boda de Carla Humphrey en Guatemala, igual deberían cuestionarla y señalarla a ella.

Pero no; ni los reinos chulos ni el ballet folklórico de la izquierda ha tocado ni por asomo a Humphrey.

¿Por qué?

¿No fue esa boda un ejemplo de exceso y despilfarro que la 4T repudia, rechaza y castiga?

¿No habrá cartón de Carla Humphrey y Santiago Nieto con una bolsota de dinero? ¿No habrá reclamos jocosos contra Humphrey en Twitter? ¿No habrá columnas rabiosas y fúricas exigiendo su renuncia?

¿O más bien habrá silencio sepulcral esperando que no se acabe el acceso a la cuchara grande?

Si va a ser el caso, ¿entonces por qué alegan que son distintos que los del PRIAN?

Qué mierda es el poder. Apendeja, enloquece, y corta los tamaños. Ni modos.

UPDATE: Déjenme adivinar. Ahora que ya cesaron a Santiago Nieto, los reinos chulos y el ballet folklórico de la izquierda ahora sí van a hablar del Guatemalagate y van a decir que Santiago Nieto era de lo peor. Y Carla Humphrey ni se diga. Qué feo debe ser no poder decir lo que uno piensa por temor a perder la cuchara grande.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario