Vean: Alguien está asesorando mal a @m_ebrard con el uso de redes sociales

Por Victor Hernández

Ayer el Canciller Marcelo Ebrard abrió una cuenta de Tik-Tok y subió videos sobre asuntos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Supongo que alguien en su equipo le dijo que tenía que tener presencia en Tik-Tok porque es una red social popular entre los jóvenes.

Lamentablemente asesoraron mal al Canciller. Por esto:

En efecto, 25% de los usuarios de Tik-Tok son jóvenes. Sólo que son demasiado jóvenes. Tienen entre 10 y 19 años. Para fines políticos, y con miras a 2024, el target de Marcelo Ebrard deberían ser las personas de 15 años en adelante.

Tan es el caso que los que han visto sus videos son realmente pocos. Y posiblemente se trate de personal de la Cancillería.

Otro problema con Tik-Tok es que los usuarios que lo usan para hacer activismo político tienen objetivos muy específicos. No voy a entrar en detalles, pero esencialmente Marcelo Ebrard no tiene aún un objetivo específico tras el cual pueda generar seguidores. Así que su presencia en Tik-Tok no va a generar el impacto que espera.

"Es que lo importante es hacer presencia," dirán en el equipo de Ebrard. Y se equivocarán. Eso funcionaba hace 30 años. Hoy en día el público de redes sociales es muy distinto y no se fija--ni le importa--si alguien hace "presencia" o no.

Lo peor del caso es que si Marcelo Ebrard no se da cuenta de los problemas que le van a generar el no tener una buena estrategia de redes sociales, va a terminar teniendo a los usuarios de redes en su contra si detectan que sólo está tratando de hacer marketing sin tener una estrategia.

Tik-Tok no funciona igual que Twitter. Ni Twitter funciona igual que Facebook. Cada red social tiene su propia dinámica y su propia manera de funcionar. Ya medio la regó Marcelo Ebrard con los videos que puso en Twitter hace unos meses. Si no corrige la estrategia, va a tener más problemas para posicionarse rumbo a 2024.

¿Quiere Marcelo Ebrard tener una buena estrategia de redes? Que me contacte. Con gusto platicamos. Pero así como va, prácticamente es como si no estuviera haciendo nada.