viernes, 7 de mayo de 2021

Vean: El colapso de la línea 12 del Metro no fue corrupción, sino negligencia y valemadrismo

Por Victor Hernández

El colapso de la línea 12 del Metro en la Ciudad de México no fue el resultado de corrupción, sino de negligencia, ineptitud y valemadrismo de Miguel Ángel Mancera, José Ramón Amieva y Florencia Serranía.

Lo digo porque lo primero que empezaron a decir tanto la derecha como algunos periodistas fue que el colapso fue causado por corrupción (lo cual demuestra que como periodistas son pésimos, ya que un periodista investiga antes de hacer afirmaciones). ¿Qué evidencia presentaron? Ninguna. Y no la presentaron porque simple y sencillamente no hay.

Pero de lo que sí hay evidencia es de negligencia e ineptitud. Mire usted:

Empecemos por el hecho de que desde 2011 hasta el 19 de septiembre de 2017 no hubo ningún daño estructural en la línea 12 del metro. Mancera suspendió el tramo de Tláhuac en 2013 en parte para hacer reparaciones porque no le dio el mantenimiento que le debió haber dado, y en parte para joder políticamente a Marcelo Ebrard, quien inició e inauguró la obra una vez concluida.

Mancera reabrió la línea 12 en 2015, y durante dos años no hubo fallas, contratiempos o daños estructurales.

Si había corrupción, ¿por qué no hubo daños?

Ocurre el sismo de 2017, uno de los más fuertes que ha tenido la Ciudad de México desde 1985, y la línea 12 del Metro resistió.

¿Dónde está la corrupción entonces?

Sólo hay tres maneras en las que puede haber corrupción en un obra:

1. Otorgando permisos de manera ilegal a cambio de dinero. No fue el caso.

2. Usando materiales o mano de obra de poca calidad con tal de hacer más ganancia con el dinero asignado a la obra. Tampoco fue el caso. (En un momento vamos a ver por qué).

3. Pagando sobreprecio por la obra. Y no, tampoco fue el caso.

¿Cómo sabemos que no ocurrieron ninguno de los supuestos de corrupción en la línea 12 del metro? Porque luego de que Mancera suspendiera la línea 12 en 2013 se hizo una auditoría a la obra y no hubo ninguna irregularidad. A Mancera le hubiera encantado que saliera alguna irregularidad porque eso hubiera sido el fin de la carrera política de Marcelo Ebrard, a quien Mancera desesperadamente quería quitar de la jugada para ser Mancera el candidato del PRD a la presidencia en 2018. Pero no encontraron nada irregular.

Pero si no hubo corrupción en la construcción de la Línea 12, entonces forzosamente lo que hubo fue negligencia y valemadrismo.

De eso sí hay evidencias.

Evidencia 1: Luego del sismo del 17, el gobierno de Mancera hizo algunas reparaciones en algunos tramos de la línea 12 del metro, pero no en el lugar en donde ocurrió el accidente. ¿Por qué no? Pues porque no le pareció al gobierno de Mancera que valía la pena hacer reparaciones ahí.

Evidencia 2: A pesar de las quejas de los vecinos por las grietas en diversas estaciones el Metro luego del sismo, el gobierno de Mancera, que luego le dejó botado a José Ramón Amieva, siemplemente se las pasó por los güevos y no hizo NADA para detectar problemas estructurales en la línea 12.

Evidencia 3: Luego de que Florencia Serranía fue designada directora del Metro, con Claudia Sheinbaum, no se hicieron reparaciones o rehabilitaciones en la línea 12 a pesar de que se había advertido desde más de un año antes que había problemas. La negligencia de Florencia Serranía fue tan evidente que desde que llegó al cargo hubo tres accidentes graves en el Metro: un choque de trenes, un incendio en el centro histórico y el colapso de la línea 12.

Será el colmo si Claudia Sheinbaum no cesa a Florencia Serranía, desde luego. Es imposible sostenerla en el cargo luego de la ineptitud, negligencia y valemadrismo que ha demostrado. Misma negligencia y valemadrismo que mostró el gobierno de Mancera con Jorge Gaviño, desde luego.

Por todo lo anterior insisto: El colapso de la línea 12 del Metro no fue por corrupción. Fue por negligencia, ineptitud y valemadrismo.

Ah, y TAMPOCO fue por las políticas de austeridad de Morena, ya que esas políticas de austeridad no existían cuando Mancera era jefe de gobierno y aún así no se le dio al Metro la atención que requería durante su administración.

Pero como la derecha es mentirosa, y muchos periodistas creen que diciendo pendejadas sin evidencias los van a contratar para salir en "Tercer Grado", pues dicen la primer estupidez que se les ocurre sin presentar evidencia alguna y sin investigar nada. Para esos "periodistas" lo importante no es ni decir la verdad ni informar, sino hacer ruido. A ver si así hacen fama y fortuna, supongo.

Y luego se quejan de que el Peje los cagotee en la mañanera...




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