viernes, 21 de agosto de 2020

Vean cómo los PRIANistas usan los eufemismos "difamación" y "daño moral" para mentir sobre sus corruptelas

Por Victor Hernández

Hasta el momento ningún PRIANista de los acusados por Emilio Lozoya ha dicho que NO recibió sobornos. Lo que han estado usando son dos eufemismos para tratar de ocultar sus corruptelas: "Difamación" y "daño moral."

O dicen que los difaman o dicen que demandarán por daño moral. Pero no dicen categóricamente que jamás recibieron dinero del gobierno de Peña Nieto.

Nadamás que hay un detalle que la mayoría de la gente no sabe: "Difamación" y "daño moral" no quiere decir "mentira."

Mire usted:

Para empezar la difamación NO es un delito. Ni federal, ni penal, ni local. Difamación quiere decir que alguien dijo cierto o falso algo sobre otra persona y a la segunda persona no le gustó que se dijera eso.

Eso quiere decir que cuando alguien dice "me difamaron" no quiere decir "dijeron una mentira sobre mi". Quiere decir "dijeron algo sobre mi que no me gustó porque ahora otros lo saben."

El daño moral tampoco es un delito federal, ni penal. Es una causal de demanda civil ante un juzgado local. El daño moral ocurre cuando se dice algo sobre una persona, sea cierto o falso, y al darse a conocer la persona afectada pierde empleo, ingreso, vivienda, etc.

Eso quiere decir que cuando alguien dice "voy a demandar por daño moral" lo que realmente está diciendo es "como se supo la cochinada que hice, ahora ya no puedo hacer negocio".

Eso quiere decir que un delincuente puede demandar a alguien que dice la verdad sobre los delitos que cometió el delincuente si el delincuente considera que al saberse esos delitos perdió dinero, oportunidades de empleo, etc.

(¡Sí! Aunque no lo crean, legalmente podría ocurrir una situación así.)

Así que cuando los PRIANistas pretenden alegar que los "difaman" o que van a demandar por "daño moral", no están diciendo "no me sobornaron". Están diciendo que no les gustó que se supiera y ahora están usando palabras domingueras para que parezca que no hicieron lo que sí hicieron.

Algunos casos medio famosos de demandas por daño moral en los cuales no se inventó nada, pero el balconeado demandó y ganó la demanda:

1. Sasha Montenegro, la actriz de películas de ficheras y viuda de López Portillo, demandó a la periodista Olga Wornat porque le dijo "encueratriz venida a menos". Montenegro ganó el juicio. ¿Fue encueratriz? Pues sí se quitó la ropa en varias películas.

2. Humberto Moreira, ex gobernador priista de Coahuila, demandó al opinólogo Sergio Aguayo porque Aguayo escribió una columna que Moreira "desprende el hedor corrupto". Moreira ganó la demanda en primera instancia, pero el asunto se fue a la Suprema Corte. ¿Desprende Moreira "hedor corrupto" luego del desfalco del Moreirazo? ¡Cómo creen! Si es un pan de dios...

3. La Jornada demandó a la revista Letras Libres, de Enrique Krauze, por haber publicado que La Jornada tenía nexos con la organización terrorista vasca ETA. A diferencia de los otros dos casos, Letras Libres dijo una mentira. La Jornada no tiene nexos con la ETA. Letras Libres sacó esa jalada de un chisme que escuchó el autor del texto, pero que no tenía respaldo. Ya diferencia de los otros casos, aquí la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que a pesar de que Letras Libres dijo mentiras, La Jornada no puede demandar a Letras Libres porque al tratarse de dos medios que son técnicamente figuras públicas tienen que aguantar vara en el debate político.

Ese precedente de la Suprema Corte en el caso de La Jornada contra Letras Libres, por cierto debería ser suficiente para invalidar tanto la demanda de Moreira como cualquier demanda que pudieran interponer los señalados en la denuncia de hechos de Emilio Lozoya. Si la SCJN ya determinó que las figuras públicas tienen que aguantar vara, cualquier demanda debería ser desechada en primera instancia por el precedente legal que ya existe.

Eso lo deberían saber los que dicen que los difaman y que van a demandar. Simple y sencillamente no prosperarían las demandas debido al precedente de la SCJN.

Con lo cual volvemos al punto inciial: Decir que "me difaman" o que "voy a demandar" son eufemismos que se usan para decir mentiras. En vez de decir "no recibí sobornos" o "no ordené dar sobornos" mejor dicen "me difaman", esperando que el público, que no sabe lo que significa legalmente "difamar" crea que al decir eso no ocurrió lo que denuncia Lozoya.

Así que si ven que alguien se va con la finta, explíquenle lo que significa "difamar" o demandar por "daño moral". Decir la verdad es lo que le da en la torre a los eufemismos con los que la derecha pretende tapar sus corruptelas.

PD: Que dice Reforma que Lozoya había negado los delitos que ahora admite. Pues claro. Ni que fuera tan pendejo como para admitirlo. Lo admite cuando la evidencia es abundante. ¿Y qué creen? Los señalados por Lozoya también lo niegan todo.

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