Si usted ya hizo propósitos de año nuevo para bajar de peso, ólvídelo. Por culpa del PRIAN desde hace años en México aumentó la obesidad y la diabetes.
No lo digo yo. Lo dijo Hasan Minhaj en su programa Patriot Act, el cual se refirió al problema de la obesidad a nivel mundial y culpó a Estados Unidos de exportar dietas que causan obesidad a otros países, entre ellos México.
Básicamente a raíz de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio en 1994, Estados Unidos inundó a México con comida chatarra y con maíz para hacer endulzante.
El resultado fue que a partir de entonces, la obesidad y la diabates en México se dispararon. De 34% se dispararon a 75% de la población mexicana.
Para ponerlo en perspectiva, muere más gente en México de diabetes que de violencia del narco.
Así de grave es el problema. Y fue causado tanto por la industria de la chatarra como por las autoridades mexicanas que doblaron las manos ante las trasnacionales de la chatarra.
Básicamente, México no usaba para la comida chatarra endulzante de alta fructosa de maíz, que es el que causa obesidad y diabetes. Cuando las trasnacionales de la chatarra lo quisieron usar, las autoridades mexicans lo quisieron prohibir debido a que es súmamente dañino a la salud. Las trasnacionales se quejaron entonces con la Organización Mundial de Comercio y obligaron al gobierno mexicano a quitar la prohibición al endulzante de maíz.
Desde entonces, hasta hace relativamente poco tiempo, nunca se tomó una sola medida en el gobierno mexicano para reducir el consumo de chatarra. El resultado fue que creció la obesidad y la diabetes en México a niveles alarmantes.
Y cuando se propuso por primera vez ponerle impuestos a la chatarra, el PRI fue el que lo frenó. Finalmente se aprobaron los impuestos a la chatarra tiempo después, pero fueron francamente insuficientes, ya que se usa endulzante de maíz en un montón de productos que no se consideran comida chatarra, incluyendo catsup, pan, y comida industrializada en general.
Desde luego, fueron precisamente los del PRIAN los que se opusieron al etiquetado para la comida chatarra. Mismo que también es insuficiente ya que ese etiquetado no va a impedir que la gente compre chatarra.
Ahora bien, Minhaj identifica a una empresa en particular como la más perjudicial a la salud de los mexicanos: Coca-Cola.
¿Y qué creen que hizo Coca-Cola poco después del programa de Minhaj? Control de imagen. El 31 de diciembre pasado El Universal públicó un "artículo" que tenía toda la finta de un comercial pagado, en el cual Coca-Cola aparecía como una empresa altamente preocupada por el medio ambiente.
¿Qué chingados importa el compromiso ambiental de cualquier empresa que vende productos que causan obesidad y diabetes a niveles de epidemia?
Pero aquí es donde la cosa se pone incómoda para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Porque si bien fue el PRIAN el que permitió que esto sucediera, el gobierno de AMLO no está haciendo NADA para impedirlo más allá de subir los impuestos a la chatarra y poner etiquetas que nadie va a pelar en la comida chatarra.
Para que de verdad se revirtieran los efectos de la comida chatarra en México, los impuestos a la chatarra tendrían que ser mucho más altos.
Ah, y un último de detalle: Hasan Minhaj señala algo que debería encabronarnos a todos en México. Resulta que 70% de la producción de comida en México se exporta a Estados Unidos. En otras palabras, México envía a Estados Unidos comida saludable, y Estados Unidos envía mierda a México.
Pequeño detalle: el gobierno de Estados Unidos subsidia al maíz chatarra para hacer endulzante. El gobierno mexicano no subsidia al campo mexicano.
Por lo cual, si la 4T de verdad quiere que cambien las cosas en México, entonces tendría que hacer lo siguiente:
1. Subir mucho más los impuestos no sólo a las sodas y a la comida chatarra, sino a cualquier producto que se venda en México que contenga endulzante de maíz.
2. Usar esos impuestos para subsidiar al campo mexicano siempre y cuando la comida se venda sólo en México.
Sólo así se podrá revertir el daño que le está haciendo a los mexicanos la comida chatarra.
Ah, pero dijimos al pricipio que les íbamos a decir cómo evitar estar tan marrano ahora que hizo usted el propósito de año nuevo de bajar de peso. Sencillo:
1. Deje de tomar sodas, jugos embotellados, o cervezas.
2. Deje de consumir cualquier producto que tenga entre sus ingredientes jarabe de maíz o "alta fructosa". (Los productos Marinela usan ese tipo de endulzante. No los consuma.)
3. Desayune un tercio de una taza de avena remojada en agua con pasas y un poco de fruta 6 días a la semana. Nada de huevo ni carne ni leche.
4. Coma normal, pero sólo consuma 2 tortillas cuando mucho. Nomás no se atasque.
5. Cene otro tercio de taza de avena con pasas. Si gusta póngale un poco de fruta.
Al principio va a sentir que tiene mucha hambre. Es normal. Comer se puede hacer adictivo y el cuerpo cree que necesita más comida de la que realmente necesita. Al paso de los días su cuerpo se adaptará a comer menos. Tenga los tanates para aguantarse. En dos semanas ya no se le dificultará y querrá comer menos. Si intenta comer más luego de unas semanas con esta dieta, no va a poder.
Y camine. Dese una vuelta a la cuadra o algo así.
Desde luego, no eduque a sus hijos para comer porquerías.
Finalmente, si quieren ver el programa de Hasan Minhaj, aquí está:
PD: Derechangos como el monero de la derecha alegan que la gente no está marrana por la comida chatarra, sino porque no hacen ejercicio. Eso es falso. Existen estudios que demuestran que el problema de la obesidad no es por falta de ejercicio, sino por exceso de comida que engorda pero nutre. Pero la industria de la chatarra, Coca-Cola específicamente, pretendió difundir la idea de el problema es la falta de hacer ejercicio. Ya lo hemos señalado antes en este blog; el monero de la derecha presumió en sus propios cartones haber comprado acciones de Coca-Cola. ¿Qué le convendrá más económicamente? ¿Que la gente deje de comer chatarra o que la sigan comiendo?
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