Canciller Marcelo Ebrard. Recientemente dio usted a conocer que tras reunirse con el embajador de Estados Unidos en México se acordó congelar el tráfico de armas a México.
Lamentablemente, eso no es posible dadas las leyes actuales en ese país.
Mire usted:
Para empezar, no existe ninguna ley en Estados Unidos que prohiba la compra de armas de alto poder en Estados Unidos. Cualquier persona puede ir a cualquier tienda de armas y comprar rifles de asalto y munición sin mayor problema.
Lo único que es ilegal en Estados Unidos es comprar armas para alguien más sin declararlo. Es decir, si alguien es detenido con un montón de armas, y se determina que esas armas eran para llevarlas a alguien más en México, entonces se comete un delito, pero es un delito menor de acuerdo con las leyes federales de armas en Estados Unidos.
Por otro lado, hay muy pocos operativos en Estados Unidos para revisión de vehículos que se dirigen a México. Por consiguiente, es poco o nada lo que Estados Unidos hace para impedir que las armas lleguen a la frontera. ¿Por qué no hay operativos prácticamente? Porque no es ilegal transportar armas en Estados Unidos.
Pero inclusive si hubiera operativos de ICE en Estados Unidos o de la Patrulla Fronteriza para detectar vehículos con armas que pretenden llegar a la frontera, lo más que pasaría en caso de detectar a alguien con armas es el decomiso de las armas y una multa. Como resultado, los traficantes de armas pueden volver a intentarlo.
Actualmente no hay ninguna iniciativa de ley en el Congreso de Estados Unidos para frenar el tráfico de armas. Ni la habrá por lo menos hasta 2021, ya que presentar una iniciativa de control de armas en año electoral no le conviene ni al partido Demócrata ni al partido Republicano.
Siendo todo lo anterior el caso, uno forzosamente se tiene que preguntar; ¿en QUÉ consiste entonces el "congelamiento" del tráfico de armas a México siendo que no existe ningún mecanismo legal para que Estados Unidos haga algo al respecto?
La única manera en la que se puede combatir al tráfico de armas en México es mediante operativos permanentes en las garitas mexicanas para detectar MUNICIONES con perros de rastreo.
¿Por qué municiones? Porque para burlar a las autoridades mexicanas, ahora el crimen organizado envía las partes de las armas por separado y luego se ensamblan en México, lo cual hace más difícil que se puedan detectar.
Sin embargo, lo que no es posible enviar por partes y luego ensamblar en México son las balas. Inclusive si se intentara, las balas requieren de pólvora, la cual puede ser detectada por perros de rastreo.
Lamentablemente, la Guardia Nacional está siendo empleada actualmente para tratar de impedir el paso de migrantes en la frontera sur, en vez de usarse para operativos permanentes en la frontera norte.
NADIE se quejaría si se hicieran esos operativos ya que las autoridades fronterizas de Estados Unidos llevan décadas haciendo revisiones con perros de rastreo en las garitas de ciudades como Mexicali y Tijuana. Los he visto con mis propios ojos cuando han revisiado los vehículos en los que he cruzado la frontera.
Entiendo que suena muy bien para dar nota a los medios que Estados Unidos y México acordaron "congelar" el tráfico de armas. Pero en los hechos Estados Unidos simple y sencillamente va a dejar a México colgado de la brocha. Por consiguiente, sólo queda una opción: que México haga operativos permanentes en las garitas.
Y como el congreso de Estados Unidos no va a cambiar sus leyes armamentistas, entonces también tendrá que ser México quien cambie sus leyes para poder combatir al tráfico de armas.
¿Qué cambios se requieren? Tres:
1. Endurecer las condenas por uso de armas para delinquir.
2. Ofrecer reducción de condenas a los niveles anteriores al endurecimiento a cambio de información que ayude a desarticular redes de tráfico de armas.
3. Establecer como investigación de oficio y obligatoria la procedencia de cualquier arma que sea usada para delinquir.
Con esas leyes y operativos permanentes en la frontera con Estados Unidos será posible frenar el tráfico de armas y, por consiguiente, reducir la violencia en México.
Porque si seguimos esperando a que en Estados Unidos hagan algo, no va pasar nada. Vamos, en Estados Unidos tienen balaceras de manera constante y no mueven un dedo. Menos para impedir que haya balaceras en México.
La pregunta es, Canciller; ¿qué va a pasar la próxima vez que haya una balacera y la gente en México pregunte "¿pues no que iban a congelar el tráfico de armas?"?
Al primero al que van a cuestionar por haber hecho el anuncio del "congelamiento" es a usted, Canciller. Todos hemos visto que usted sí le está poniendo atención al tema del tráfico de armas. Es decir, por culpa de las ineptitudes de Alfonso Durazo, quien va a terminar pagando los platos rotos será usted.
Y eso, la verdad, no le conviene a México.
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