viernes, 23 de agosto de 2019

Te equivocas, @fisgonmonero; No hay "golpe blando" contra Morena y sí hay corrupción y fanatismo

Por Victor Hernández

Ni una semana había pasado de las elecciones de 2018 cuando Rafael Barajas "El Fisgón" dijo en una conferencia que el pensó que iba a haber fraude.

No hubo fraude. Andrés Manuel López Obrador tuvo un triunfo histórico con de 53% del voto y la derecha quedó sanforizada.

Y así como le falló la predicción a El Fis en 2018, ahora también se está haciendo afuera de labacinica con su nueva teoría de conspiración: quesque la derecha está dando un "golpe blando" al gobierno de AMLO.

Pero la realidad es muy distinta. Mire usted:

La realidad es que no hay tal "golpe blando." Lo que sí hay en la izquierda es corrupción partidista (en Morena, específicamente en la tribu de Ricardo Monreal), ineptitud (en los gobiernos de Morena) y fanatismo (en la militancia) que le está costando al gobierno de AMLO una bien merecida descalificación de la opinión pública. La derecha ni las manos ha tenido que meter. Y cuando lo ha intentado, la ha cagado tan duro que terminan los derechangos haciéndose el candado.

"¡NOSIERTO! ¡LOS INTERESES ECONÓMICOS DEL NEOLIBERALISMO GLOBALIZADO CONTRA AMLO SON FUERTÍSIMOS!" dirá el Fisgón, repitiendo una de sus conspiranoias favoritas.

Pero la realidad es que por más mierda que la derecha trata de tirarle a AMLO, la aprobación de AMLO sigue entre 60% y 70% de acuerdo con TODAS las encuestas. Bastante más arriba del porcentaje de votos que tuvo en 2018.

Lo cual quiere decir, insisto, que no hay "golpe blando" de la derecha. Hay un berrinchazo de la derecha. Nada más. No pasa de eso. Pero El Fis pretende justificar las cochinadas que han hecho Morena y el gobierno de AMLO con eso del "golpe blando."

El verdadero golpe contra Morena lo están dando los mismos morenistas, en particular Ricardo Monreal, quienes ya se quitaron el tapujo y ya sacaron las uñas para ver cómo se quedan con el poder dentro y fuera del partido.

Porque la realidad es que Morena nunca fue un partido distinto. Fue la misma mierda de siempre. Pero El Fisgón y otros izquierdistas se tragaron el cuento de que Morena iba a ser un partido distinto y le rindieron pleitesía y obediencia absoluta a pesar de que otros izquierdistas que no les compramos el cuento les advertimos lo que iba a pasar si dejaban que los mismos de siempre se metieran a la cúpula de Morena.

Ah, pero cuando les advertimos de cucharachas como Monreal, de los chapulines priistas y panistas, del nepotismo, de la pendejez absoluta de ineptos como Díaz Polanco, y etc, etc, los ultrafanáticos que ven al Fis como semi-dios no se cansaron de tacharnos de "traidores", "vendidos", "chayoteros" y sepelaverga qué otras estupideces sin fundamento.

Hoy el Fis de plano tiene que hacer berrinche porque no lo dejan formar cuadros nuevos en Morena. Y en vez de llamar a ya no solaparle sus pifias a AMLO para que corrija el rumbo, insiste en su conspiranoia del "golpe blando".

Pero no hay tal. Hay una podredumbre pestilente en Morena, una ineptitud crónica en los gobiernos de Morena, y un fanatismo y una ceguera galopante en la bases y militancia de Morena que le impiden al Fis decir lo que realmente está pasando.

Y mientras ese fanatismo y esa ceguera sigan como están, MORENA se seguirá pudriendo. En tiempo récord, además. Al PRD le tomó un par de décadas. A MORENA ni un sexenio le tomó.



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