La semana pasada Ricardo Monreal se puso a cacarear que habrá austeridad en el Senado, recortando sueldos de senadores, eliminando seguros médicos privados, celulares, etc. Es decir, haciendo caravana con el sombrero de Andrés Manuel López Obrador.
El detalle es que el sexenio pasado Monreal se quejó de la existencia de la nueva sede del Senado, pero puso un pretexto para no introducir una ley para que la nueva sede sea donada a la UNAM y los senadores se regresen a la antigua sede en el Centro Histórico.
No lo estoy inventando. Yo mismo entrevisté a Monreal cuando lo dijo.
Y es que en ese entonces Monreal pidió que lo grabaran quejándose de la nueva sede del Senado. Que porque costaba mucho, y que porque usaba marmol quién sabe qué traído de quién sabe dónde. Todo para dar la apariencia ante la cámara de que él estaba indignadísimo por ese gasto.
Ahí fue donde yo hice la pregunta incómoda: ¿Estaría Monreal dispuesto a introducir una iniciativa de ley para donar la nueve sede del Senado a la UNAM?
Monreal se hizo pendejo y dijo que "es que somos muy pocos", en referencia al hecho de que la bancada del PT, a la que pertenecía en ese entonces, era muy pequeña como para tener los votos suficientes para que se aprobara la iniciativa de ley.
Lo cual era un pretexto muy pedorro, francamente. Simplemente introducir la iniciativa de ley dejaría constancia de que sí había senadores dispuestos a no usarla.
Pero ahora Monreal ya no tiene ese pretexto. Morena es mayoría en el Senado y sin problemas podrían pasar esa iniciativa de ley. De donarse a la UNAM, la UNAM tendría espacio para más clases y recibir a más alumnos.
Doble contra sencillo a que Monreal no introducirá esa iniciativa de ley y que sus quejas eran de dientes para afuera.
Lo más ofensivo de todo es que Monreal también dijo lo siguiente:
"Todos los que me conocen saben que soy un hombre de palabra; soy un político hecho a la antigua, a la palabra, y nadie puede amí decirme que fallé en un acuerdo".
Falso. Los que realmente lo conocemos sabemos que Monreal es un mentiroso y un fantoche. Que no cumple lo que promete y que sólo busca el beneficio político propio.
Así que Monreal vuelve a las andadas con sus mentiras y fantocherías. Bueno, pues le avisamos que se topó con pared porque nosotros no le vamos a dar respiro y vamos a seguir denunciando sus cochinadas y mentiras como lo hemos estado haciendo desde hace años. Que hoy sea senador por un error de Andrés Manuel López Obrador al suponer que tenía que premiar a Monreal luego del berrinche que hizo en el DF no nos obliga a nosotros a darle tregua.
Te equivocaste, Monreal. AMLO no te purificó. Sigues siendo la misma cucaracha de siempre. Prepárate para 6 años en los que te traeremos a mecate corto y en los que dejeremos bastante claro la manera en la que le estás viendo la cara a la gente.
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