jueves, 23 de agosto de 2018

Fue EPN el que abrió la puerta a Javier Duarte; Ese era su plan desde el principio y venganza contra @lopezobrador_

Por Victor Hernández

Fue Enrique Peña Nieto quien le abrió la puerta a Javier Duarte de Ochoa para que pueda salir de prisión. Lo hizo de manera deliberada. No por impericia ni por ineptitud, sino porque ese era el plan desde el principio.

La estrategia de Peña para liberar a Duarte consistió en ordenar a la PGR reclasificar uno de los delitos por los cuales está preso para que pueda salir bajo fianza y seguir proceso en libertad. Originalmente la PGR acusó a Duarte de Delincuencia Organizada, que no tiene derecho a fianza, pero ahora lo acusa de Asociación Delictuosa, que sí alcanza fianza.

¿Cómo sabemos que ese era el plan de Peña desde el principio? Por esto:

Durante la mayor parte del sexenio de Peña Nieto su gobierno hizo todo tipo de maromas legales para impedir que Elba Esther Gordillo saliera de prisión. Inclusive cuando Gordillo cumplió los 72 años, edad a la que todo preso puede llevar arresto domiciliario, el gobierno de Peña maniobró para que no saliera libra. Pasaron meses para que finalmente el gobierno de Peña se desistiera de mantener a Gordillo en prisión y la dejara libre justo unas horas antes de que Andrés Manuel López Obrador recibiera la constancia de mayoría como Presidente Electo.

La liberación de Gordillo se pretendió usar para hacer golpeteo político contra AMLO. La derecha pretendió culpar al Peje de ser quien liberó a Gordillo cuando su liberación ocurrió antes de que AMLO fuera oficialmente Presidente Electo. Por lo cual el teatrito se le vino abajo a la derecha. Todo el mundo se dio cuenta de que fue Peña Nieto quien aceptó que Gordillo saliera libre por impericias legales e ineptitud en la manera en la que llevó su caso, causando una avalancha de críticas contra Peña precisamente por la impericia legal.

Resultaría súmamente improbable que a una semana de que Gordillo fuera liberada por impericia e ineptitud de Peña, ahora a Javier Duarte también también le abrieran la puerta para salir libre por impericia e ineptitud. Peña mantuvo a Duarte preso desde hace años. No se iba a arriesgar a otro bochorno de impericia e ineptitud.

La única explicación para lo que ocurrió con Duarte, por lo tanto, es que ese hubiera sido el plan de Peña Nieto desde el principio. Liberar a Duarte al terminar su sexenio, cuando ya no fuera necesario generar la apariencia de combate a la corrupción priista.

Y de hecho encaja perfectamente en lo que ha ocurrido con el caso Duarte. Primero, no tocó a Karime Macías y le permitió irse a vivir a Inglaterra con un montón de dinero que no se ha explicado de dónde salió. Esto a pesar de que existen indicios de que Macías estaba coludida en las corruptelas de Duarte. Segundo, Duarte estuvo tranquilísimo cuando lo arrestaron y cuando lo extraditaron a México. Y tercero, ahora le abren la puerta a Duarte para que se escape.

¿Por qué? Pues porque Duarte desvió recursos públicos de Veracruz para la campaña de Peña Nieto, como se evidenció con los videos de las bodegas llenas de despensas para comprar votos para Peña Nieto en 2012. Si caía Duarte, caía Peña.

No sólo eso; la posible liberación de Duarte ocurre luego de que AMLO dijera en Palacio Nacional, y en la cara de Peña Nieto, que echará abajo la reforma educativa, que fue la primer reforma privatizadora de Peña. El contexto hace que la posible liberación de Duarte sea más bién, además del plan de Peña que tenía desde el principio, una venganza política contra AMLO, quien ahora tendrá que lidiar con el problema de que no puede procesar a Duarte dos veces por el mismo delito en caso de que Peña libere por completo a Duarte.

Vaya, la PGR admitió ayer luego del medio día que no tenía pruebas para acusar a Duarte de delincuencia organizada.



Eso quiere decir que en realidad desde el principio la PGR tenía lista la estrategia para dejar a Duarte en libertad.

Ahora bien; esta situación obliga a Andrés Manuel López Obrador a investigar y procesar a Peña Nieto una vez que AMLO tome posesión en diciembre. Máxime ahora que Peña Nieto admite que sí fue él quien estuvo detrás de la Casa Blanca:



AMLO no tiene de otra. Si no da un manotazo para poner en su lugar al PRI, la derecha se le va a ir encima todo el sexenio. Y no sólo contuits; con grillas, con golpeteo político y con maniobras ilegales para tratar de descarrilar a su administración.

No se puede dar AMLO el lujo de ser tan ingénuo como para creer que no va a pasar nada y que lo mejor es darle amnistía a Peña y a los demás corruptos del PRIAN. Si lo hace, su gobierno podría terminar naufragando, y con él naufragarán las esperanzas de cambio verdadero del 53% de los electores que le dieron el triunfo en las urnas.




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