De acuerdo con CNN, cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que en el último semestre de la administración de Fausto Vallejo, en la cual el gobernador de facto era Alfredo Castillo por orden de Enrique Peña Nieto, los homicidios y otros delitos de alto impacto se dispararon respecto al último semestre en el que el PRD estuvo en el poder.
El promedio mensual de homicidios dolosos en el último semestre de Vallejo aumentó 56.7%; los secuestros aumentaron 65.2%; las extorsiones aumentaron 71.9% y los robos con violencia de vehículos aumentaron 113.9%.
A eso hay que agregarle que es con el PRI en el gobierno de Michoacán que por primera vez fueron grabados o fotografiados funcionarios y familiares del gobernador en reuniones con narcotraficantes.
Increiblemente, a pesar de que tuvo responsabilidad directa en la estrategia de seguridad pública durante el último semestre de la administración de Vallejo, Alfredo Castillo no sólo sigue siendo el gobernador de facto, sino que además es señalado por haberle dado línea a los diputados locales de Michoacán para que aprobaran a Salvador Jara como gobernador interino, lo cual ha despertado la sospecha de que eso causará que la violencia en Michoacán continúe.
La excusa del PRI para la actual situación de violencia en Michoacán ha sido que es cosa de administraciones anteriores, pero las adminisatraciones anteriores no tenían la cantidad de violencia que tiene ahora Michoacán ni fueron grabados con narcos.
La violencia en México sigue fuera de control desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder.
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