sábado, 2 de noviembre de 2013

Peña Nieto, no somos pendejos como tú; Sabemos lo dañinas que son tus reformas

Por Victor Hernández

El ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, tuvo el mal gusto de "convocar" a los que se oponen a sus reformas que analicen sus alcances y beneficios.

Que porque "no vienen o no derivan de una actitud unilateral o meramente caprichosa sino más bien están orientadas bajo una lógica de cambio y transformación."

Ajá, pues como le dijimos a Fox y a Calderón: La reversa también es cambio. Pero además lo que está diciendo es un insulto a la inteligencia.

Si nos oponemos a sus reformas es precisamente porque ya las analizamos y ya sabemos lo dañinas que son.

La reforma educativa hizo obligatorias las cuotas escolares y ahora pretende la SEP que los padres de familia paguen hasta por el recibo de la luz.

La reforma fiscal le subió el ISR a un segmento importante de la clase media y sólo le disfrazó el IETU, porque ahora el impuesto de control se aplica al no permitir deducir el 100% de los gastos.

Además jodió a los estados fronterizos con el aumento al IVA, y en particular a Chiapas, el estado más pobre del país.

Por si fuera poco, pobres y clase media tendrán ahora problemas para alimentar a sus mascotas porque les subirán el precio de la comida para mascotas.

Además no se eliminó la consolidación fiscal. Sólo se le cambió de nombre.

Y la cereza en el pastel: un endeudamiento igual al FOBAPROA sólo para que Peña Nieto pueda privatizar Pemex.

Respecto a la reforma energética ya lo hemos dicho en este blog hasta el cansancio: México perderá dinero si se aprueba. El supuesto incremento de 40% de la producción de Pemex (que tardará 10 años en ocurrir de acuerdo con los propios priistas) menos la pérdida del 50% de la renta petrolera con los contratos de renta compartida tendrá como resultado una pérdida neta del 30% del ingreso de Pemex para el país. ¿Y quién paga? Pues a los que les subieron los impuestos y les seguirán subiendo el precio de la gasolina y de la luz.

Así que no somos pendejos como Enrique Peña Nieto, que ni leer sabe. Sabemos perfectamente lo dañinas que son para el país sus reformas y no las vamos a aceptar.

Ah, y tan pronto se haga la consulta vinculatoria en 2015, la reforma energética va a chingar a su madre le guste o no le guste a Peña Nieto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario