Carlos Navarrete, de la corriente Nueva Izquierda, hizo oficial que buscará la dirigencia nacional del PRD.
Eso en sí no es realmente noticia. Navarrete es un don nadie que no tiene arrastre en la izquierda. Por eso declinó a buscar la candidatura a Jefe de Gobierno del DF.
Lo verdaderamente relevante es esto:
Si Nueva Izquierda puso a uno de sus achichincles de precandidato por la dirigencia del PRD, entonces quiere decir que no van a apoyar a Marcelo Ebrard en su búsqueda por la dirigencia del partido.
Obvio; Ebrard se opone al Pacto por México y ha sido el único que ha hecho prupuestas de a deveras para parar la privatización de Pemex que pretenden hacer el PRI y el PAN con la complicidad de Nueva Izquierda.
Eso explicaría por qué los chuchos mejor ahora quieren poner a uno de los suyos de títere en la dirigencia del PRD. Porque Ebrard no le convendría no sólo a los chuchos, sino a Enrique Peña Nieto.
Siendo el caso, entonces eso quiere decir que el perredismo que ya está harto de los chuchos debe apoyar a Marcelo Ebrard para que sea dirigente nacional del PRD.
Es por eso que debe declinar a ser candidato a la dirigencia nacional Carlos Sotelo, quien se destapó hace unos días y quien es apoyado por gente que participó en el Pacto por México, como Pablo Gómez.
¿Qué caso tiene que Sotelo esté quitándole votos a Ebrard en la contienda por la dirigencia? Porque los chuchos no van a votar por Sotelo. Y la gente que está con Ebrard no va a votar por él tampoco.
Mejor que Sotelo se retire de la conienda, sume sus votos a los de Ebrard, y que lo pongan de secretario general del partido o qué se yo.
Es lo sensato, y es lo que se debe hacer para detener las cochinadas de los chuchos de una vez por toda.
Se patriota, Carlos. Ayuda a derrotar a los traidores declinando a contender por la dirigencia del PRD. Si no lo haces, darás la impresión de que en realidad lo único que buscas es restarle votos a Ebrard para perpetuar a los chuchos en la dirigencia del PRD.
Digo, si realmente quieres una dirigencia distinta a los chuchos en el partido, Carlos.
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