Desde las 15:30 horas de ayer se desató otra balacera y más narcobloqueos en Reynosa, Tamaulipas. Esta vez el saldo oficial fue de una joven de 16 años herida de bala en una pierna a pesar de que no tenía nada que ver con los enfrentamientos.
Los medios prácticamente no dijeron nada sobre las balaceras. Sacaron las notas al respecto horas más tarde y casi casi con tirabuzón.
Y mientras tanto, Enrique Peña Nieto se paseaba por el Vaticano para ir a una misa del Papa a la cual no tenía que ir.
Y es que resulta que ninguno de los ex presidentes del PRI fue jamás a una misa del Papa en el Vaticano. Vaya, el más mocho de los ex presidentes del PRI, Manuel Ávila Camacho, jamás hizo tal cosa-
Peña Nieto bien le pudo haber delegado la responsabilidad a alguien más. Al encargado de asuntos religiosos de la Segob, por ejemplo, o al secretario de Relaciones Exteriores. Pero Peña Nieto no tenía que ir.
Sí, fueron Dilma Rousseff y Cristina Fernández. Pero ninguna de ellas tiene el problema de inseguridad que sí tiene México.
Es más: El Presidente Encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, no fue a la misa del Papa. Mandó a un miembro de su gabinete.
Pero el problema en realidad es que mientras Peña Nieto se pasea, en México Reynosa arde. Continúan las balaceras y los narcobloqueos. Y no sólo en Tamaulipas, sino también en Coahuila.
¿Y quien resuelve eso? Nadie.
Por una sencilla razón: Porque a Peña Nieto no le importa solucionar el problema. Por eso se va de paseo como si nada.
PD: El hecho de que los medios se estén haciendo tarugos con el caso de Reynosa lo que indica es que saben que le perjudica a Peña Nieto que se sepa que se le salió el país de las manos. Bueno, pues si ellos no lo quieren decir, informemos nosotros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario