sábado, 17 de noviembre de 2012

Por qué no creo en el Buen Fin, excepto en el programa de @A_fernandezDF #ElBuenFinSeriaElFinDeTelevisa

Por Victor Hernández

El Buen Fin es obviamente plan con maña. Se hace una semana antes que el Black Friday de Estados Unidos y una semana antes del Buen Fin suben el precio del dólar para que la gente que usualmente iba a Estados Unidos al Black Friday no vaya.

Eso a los que beneficia es a las grandes cadenas comerciales. No a los pequeños y medianos empresarios, que son a los que de verdad se les debería apoyar.

Hay excepciones, desde luego. El gobierno de Alejandro Fernández en la delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, por ejemplo, impulsó una campaña de Buen Fin para que la gente compre productos de pequeños y medianos comerciantes locales.

Eso sí me parece bien. No me opongo a que la gente consuma, pero me parece que el incentivo del gobierno debe ser a los pequeños y medianos empresarios, que son los que realmente necesitan de las ventas ya que son los que le dan empleo a 80% de los trabajadores en el país.

¿Y las ofertas de las grandes cadenas comerciales? En varios casos me parecen una vacilada. En otros, no entiendo por qué la gente cree que sólo así podrán ahorrar dinero siendo que pueden hacer compras por internet y ahorrar lo mismo.

En todo caso, lejos de ahorrar, lo que la gente hace con el Buen Fin es endeudarse más. ¿Así qué caso tiene? ¿No que la idea era ahorrar?

Aclaro: Si bien yo no hice compras de Buen Fin, no le voy a decir a nadie que no gaste su dinero si lo quiere gastar. Pero sí recomiendo hacerlo con sensatez. Algunos consejos:

1. Procuren favorecer, hasta donde se pueda, a los pequeños y medianos comercios.

2. Si quieren algo específico de alguna cadena comercial grande, busquen primero en internet para ver si lo pueden encontrar más barato comprando en línea.

3. Comparen precios. Lo que vean en las tiendas, vean si cuesta más barato en Amazon.com, por ejemplo. Aquí el link a su sitio de Black Friday. Así se podrán dar cuenta si los descuentos son reales o si son una tomada de pelo.

De lo que se trata es de ser un consumidor informado. Porque de lo contrario, se corre el riesgo de que le vean a uno la cara.

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