Primero el PRI negó que usara tarjetas de Monex. Pero ante las abrumadoras evidencias de lo contrario, lo tuvo que admitir.
Cuando el PRI admitió que sí usó tarjetas Monex, dijo que no era con las empresas fantasma que compraron las tarjetas. Pero entonces Reforma dio a conocer que Alkino, la empresa que el PRI admite el PRI que usó para las tarjetas, las adquirió por medio de Atama, una de las emrpesas fantasma.
Además, ya en la desesperación de verse descubierto, el PRI alegó que el gasto en tarjetas de Monex no era parte del gasto de campaña de Enrique Peña Nieto, sino del gasto corriente del partido para pagarle a los vigilantes de casilla.
Ayer, Andrés Manuel López Obrador derribó esa última mentira del PRI.
Sí; en conferencia de prensa, López Obrador presentó una serie de audios de personas en Tabasco que recibieron tarjetas Monex del PRI y que admitieron que su trabajo era promover electoralmente a Peña Nieto desde antes de las campañas.
Eso ni es gasto corriente del PRI, ni es sólo para el primero de julio. Es GASTO DE CAMPAÑA y rebasa por mucho los topes establecidos por la ley.
Siendo el caso, el TEPJF debe invalidar la elección. Y al invalidar la elección, obviamente, se tiene que elegir a un presidente interino.
Por eso el PRI enfureció ayer y lanzó un comunicado con insultos contra AMLO. Porque saben que AMLO les derribó la única mentira que les quedaba para tratar de justificar el fraude que hicieron.
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