El IFE literalmente eliminó del padrón electoral a ciudadanos registrados para votar alegando como pretexto una modificación en su cartografía.
Fue el caso de los electores de toda una colonia en Mexicali, Baja California, quienes recibió hace unos días una carta del IFE en la cual se les informa que debido a la modificación de la cartografía de las secciones electorales de Mexicali, ahora sus credenciales de elector corresponden a una sección distinta.
Por consiguiente, si el elector quiere votar en las elecciones presidenciales de 2012, tiene que ir a volver a sacar su credencial de elector
Esta es la carta que recibió del IFE:
Si no lo hace, su credencial de elector no aparecerá en la lista nominal y no le permitirán votar.
El problema con esto es que los electores que no reciban la notificación nunca se enterarán que tienen que ir a tramitar una nueva credencial de elector y quedarán razurados del padrón.
Esto ocurriría bajo los siguientes escenarios:
1. Electores que cambiaron de domicilio y no han podido actualizar su credencial de elector —por lo cual se les enviaría la notificación al lugar incorrecto.
2. Electores que simple y sencillamente no tienen tiempo de ir a renovar la credencial de elector cada que al IFE se le pega la gana.
3. Electores cuyas notificaciones no sean entregadas en tiempo y forma, o que se extravíen en el correo.
Ahora bien, ¿qué es eso de la “cartografía?’
La cartografía se refiere a la medición geográfica de las secciones electorales del país. En pocas palabras, marca la ubicación de la casilla donde cada ciudadano acude a votar y el perímetro de los distritos electorales para los cuales se eligen diputados federales.
La credencial de elector contiene, entre otros datos, la sección electoral a la cual pertenece cada votante en base a su domicilio. El problema es que al modificarse los límites de cada sección, la credencial de elector de los ciudadanos que pasaron de una sección a otra, queda invalidada.
El IFE bien podría solucionar este problema simplemente eliminando de la credencial de elector el número de sección electoral al que corresponde cada credencial y asignando a cada elector su sección electoral en base a su número de clave de registro en el padrón electoral, para que cada elector pueda consultar esa información vía telefónica o vía internet —que es lo que ocurre cada elección de todos modos ya que nadie se acuerda de la ubicación de la casilla donde tiene que ir a votar.
Por lo tanto, resulta increible que el IFE no haya simplificado los datos de la credencial de elector a sabiendas de que un cambio en la cartografía implicaría un razurado automático del padrón electoral, y que muchos electores no se van a enterar de ese razurado y, por consiguiente, no podrán votar.
A menos de que el IFE sí esté conciente de esta situación y no quiera cambiar las cosas porque sabe que de esa manera se inhibiría el voto.
El IFE podrá alegar que no buscan inhibir el voto, y que envían notificaciones para que la gente saque otra credencial. Pero la realidad es que estadisticamente hablando, inclusive enviando notificaciones el 100% de los electores a quienes se les enviaron notificaciones no van a poder actualizar su credencial. El IFE lo sabe y lo sabe bien. Por eso se opuso a la cédula nacional de identidad. Porque sabía que para muchos electores si no tienen motivo para registrarse en el padrón electoral, no lo van a hacer.
Peor aún: jamás se le ha informado a nadie, ni se han hecho campañas publicitarias por parte del IFE advirtiendo sobre los problemas que causarán los cambios en la cartografía. ¿Por qué no lo ha hecho?
Eso, la verdad, arroja un feo tufo a dados cargados por parte del IFE.
Desde luego, lo que le recomendamos a los electores es que verifiquen inmediatamente si su credencial de elector está vigente y en las listas del padrón electoral. De preferencia, que documenten esta verificación. De esta manera podrán asegurarse de que no ocurra lo que pasó en 2006, que muchísimos electores que iban a votar por AMLO fueron razurados del padrón.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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