martes, 11 de agosto de 2015

AMLO sólo podría ganar si hay candidatos independientes; Aquí la evidencia

Por Victor Hernández

En los medios plegados al PRI están haciendo mucho argüende por la encuesta de Reforma que pone a Andrés Manuel López Obrador como el favorito para 2018. Pero esos medios al parecer no saben ni de estadística ni de aritmética, ya que AMLO no podrá ganar la elección de 2018 con el 29% que le da Reforma en el más optimista de los casos.

Mire usted por qué:

EL FACTOR INDEPENDIENTE

Para empezar, en México no es posible ganar una elección presidencial con menos del 33% de la votación. Esto se debe a que cada uno de los tres principales partidos políticos, en alianza con los chiquipartidos, tienen más o menos un tercio del voto.

Andrés no alcanza el 33%. Ningún candidato lo alcanza.

La razón por la cual nadie más alcanza el 33% es por la presencia de los candidatos independientes. Los candidatos independientes le restan votos principalmente al PAN y al PRI. De no haber candidatos independientes, el voto independiente se iría principalmente al PAN y en menor pero significante medida al PRI.

La mejor evidencia de esto es la elección de Nuevo León. En esa elección ganó el Bronco con un millpon 20 mil 552 votos. El PRI quedó en segundo lugar con 498 mil 644 votos y el PAN quedó en tercer lugar con 466 mil 543 votos.

Pero si vemos los resultados de diputado federal, el PRI quedó en primer lugar con 771 mil 294 votos; el PAN quedó en segundo lugar con 695 mil 10 votos.

Eso quiere decir que el candidato independiente en Nuevo León le quitó al PRI 272 mil 650, equivalente a 35.34% de su voto. Al PAN, el mismo candidato independiente en Nuevo León le quita 67.12% de su voto.

La encuesta de Reforma de 2018, por cierto, parece confirmar los números de Nuevo León, ya que un candidato independiente le quita muchos más votos al PAN (casi 50%) que al PRI.

Siendo el caso, si el PRI pierde 35% de su voto a nivel nacional, su votación no podría alcanzar el 33% necesario para ganar una elección.

Inclusive si el PRI por algún milagro pudiera repetir el 38.21% que tuvo Enrique Peña Nieto principalmente por compra de votos, más de la tarcera parte de esa votación se iría con un independiente, quedando el PRI en 24.83% en el más guajiro de los casos.

Y si el PAN pudiera repetir el 25% que tuvo en 2012, la presencia de un candidato independiente dejaría al PAN en sólo 8.38% de la votación.

El independiente -o los independientes, si hay más de uno- obtendrían en total alrededor del 24% de la votación sumando los votos que perderían el PRI y el PAN. Tal vez podría subir un poco más con los puntos de electores de izquierda, pero no lo suficiente como para ser relevante, ya que en el DF los candidatos independientes no lograron nada.

ELECCIÓN DE CUARTOS

Esto lo que quiere decir es que la presencia de candidatos independientes convertirían al sistema político mexicano en un sistema de cuartos, no de tercios. Tres cuartas partes serían los partidos políticos y una cuarta parte serían los independientes.

De ahí la posibilidad de que López Obrador pueda ganar una elección presidencial. Si bien su preferencia electoral bajó dos puntos y medio respecto al 31.59% que tuvo en 2012, el PRI y el PAN perderían pedazos enormes de sus votaciones debido a la división que estarían causando las candidaturas indpendientes si es que éstas realmente se materializaran.

¿Y SIN INDEPENDIENTES?

Si no hubiera candidatos independientes, Andrés Manuel López Obrador no podría ganar. Según Reforma, en un escenario con un sólo candidato independiente la votación de López Obrador baja.

Si Miguel Ángel Mancera fuera candidato independiente, pero Margarita Zavala fuera candidata del PAN -no independiente- López Obrador baja de 29 a 28%; Zavala sube a 18% y el PRI queda en 16%. Mancera quedaría en 10%.

Si Mancera no fuera candidato independiente, y fuera candidato del PRD, entonces la votación de AMLO se desploma a 25%. Y si Mancera de plano no fuera candidato, el 10% que obtendría se distribuiría entre el PAN y el PRI que son los que votan por independientes, como ya vimos.

Puesto que el voto independiente se divide en una tercera parte para el PRI y dos terceras partes para el PAN, el PAN subiría su votación a 24.5% y la del PRI subiría a 19%.

Pero hay un detalle; 12% dicen que no saben por quién votarían. Esos son los votantes que definirían la elección. Y probablemente no votarían por AMLO.

Lo digo porque luego de 12 años de propaganda de AMLO, si alguien no sabe si votar por él o no, probablemente no quiere hacerlo de todos modos. Si la mitad de esos votantes se deciden por el PAN, gana el PAN con 30.5% del voto contra 28% de AMLO.

EL FACTOR DESGASTE DE MORENA

AMLO tiene otro problema que va a tener que enfrentar en 2018: el desgaste que tendrá Morena luego de 3 años de no poder lograr absolutamente nada en el congreso y en algunas delagaciones y alcaldías que ganaron en 2015.

MORENA tiene menos de 50 diputados federales; 5 delegaciones en el DF; y unas cuantas alcaldías pequeñas regadas por el país. Es imposible que Morena pueda tener un impacto tangible en la vida política del país con tan poca presencia política. Peor; si se ventilan corruptelas y errores graves de funcionarios de Morena, el desgaste que tendrá luego de haber jurado y perjurado que son castos e impolutos será enorme.

Por lo cual, realmente no hay manera de garantizar que López Obrador llegará a 2018 con su 29% intacto.

EL FACTOR ALIANZA

La encuesta de Reforma siempre asume que habrá alianza entre Morena y otros partidos de izquierda. Hace careos con AMLO como candidato de MORENA-PRD-MC y MORENA-MC. Nunca hace caeros con AMLO como candidato de Morena únicamente.

Pero el propio AMLO dijo que no hará alianza con el PRD en 2018, mientras que Martí Batres, presidente nacional de Morena, rechazó que Morena haga alianza con MC.

Sin el PRD, AMLO pierde 4% de su intención de voto y queda en 25%. Sin MC, partido que tuvo una votación bastante alta para un chiquipartido en 2015, AMLO podría perder dos o tres puntos más, quedando en 21% o 22%.

Con lo cual es imposible ganar una elección de tercios o una de cuartos.

EL FACTOR MC

Puesto que a MC le da igual ganar o perder la presidencia (no vive de eso), sino tener más votos para que aumente su presupuesto, realmente no necesita hacer alianza con AMLO en 2018. MC podría simplemente apostarle a Enrique Alfaro para la candidatura a la gubernatura de Jalisco y conservar su votación actual.

O bien, podría postular a Marcelo Ebrard como su candidato presidencial y con eso garantizar la mitad del voto de izquierda, con lo cual Andrés Manuel estaría arruinado políticamente.

¿QUÉ QUIERE DECIR TODO ESTO?

Todo esto quiere decir, como dijimos al principio, que la única manera en la que AMLO podría ganar en 2018 es si existieran candidatos independientes que dividieran el voto del PAN y del PRI.

Quiere decir también que AMLO no podría ganar sin una alianza con el PRD y MC, o por lo menos con MC.

Y quiere decir también que resulta muy extraño que en los medios priistas estén tan empecinados en decir que el favorito es Andrés Manuel.

Suena a que lo que buscan es sugerirle al PAN y al PRI que impidan que haya candidatos independientes para que no se divida el voto del PRIAN, ya que de lo contrario ganaría López Obrador.

Lo que llama la atención es que Reforma no haya incluido a Marcelo Ebrard entre sus careos. Tal vez porque si se mostrara que Ebrard puede ganar en 2018, entonces nisiquiera eliminando a los independientes lo podría evitar la derecha.

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