sábado, 18 de agosto de 2012

La baba de Javier Sicilia

Por Victor Hernández

La reunión de Javier Sicilia con el Sheriff de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, de plano fue el colmo de la baba de Javier Sicilia.

Arpaio ha construido una carrera política dándole un trato de criminales a los indocumentados en Arizona (en Estados Unidos los alguaciles no son designados, sino electos por voto popular) y precisamente por eso el gobierno de Barack Obama, por medio del Departamento de Estado, tiene bajo investigación a Arpaio, acusándolo de discriminación a los latinos.

Eso lo sabíamos todos desde hace bastante. Razón por la cual la pretensión de Sicilia de ir a hablar con Arpaio para pedirle trato humano a los indocumentados, francamente ya no califica como ingénuo, sino como intento de tomarse la foto.

¿Que no quedaba claro que si el gobierno de Obama está investigando a Arpaio es porque voluntariamente no le da trato humano a los indocumentados?

Peor: luego de ir a la inútil reunión con Arpaio, Sicilia se pone a decir las cosas que le debió haber dicho en su cara. Dijo en entrevista para AP:

"Era importante verlo y confrontarlo. Arpaio es un adicto al racismo."

"Mi opinión (sobre él) no cambia. El es un ser muy obstinado, servil, con serios problemas, incluso psicológicos".

Mira nadamás. Sicilia también es psicólogo. Continúa:

"Detrás de él está un ser débil. Este tipo de personas dentro de su corazón son débiles, inseguros. Vi esa humanidad débil, que detrás de él hay esa gran debilidad porque cuando un ser humano es grande, no necesita ser cruel."

Insisto: ¿Por qué no le dijo eso Sicilia a Arpaio en su cara? ¿O sea que lo de la paz y los abrazos y los besos es puro show?

Ah, y otra cosa: ¿Cómo es que sí fue capaz de decir eso de Arpaio pero no de los priistas y de los panistas que al final terminaron viéndole la cara? ¿Cómo es que sólo se trajo de piñata a Andrés Manuel López Obrador?

¿Hipocresía?

Según Sicilia, el hecho de que Arpaio lo haya recibido "habla de que tiene voluntad, pero quién sabe si nos entendió y si era sincero. Pero nos recibió."

Lo que Sicilia no dice es que Arpaio aceptó recibirlos sólo si no entraba con Sicilia Carlos García, dirigente local de derechos de los inmigrantes de la organización El Puente.

¿Eso es tener voluntad?

Pregunto: ¿Cómo pudo Sicilia haber aceptado un acto discriminatorio como ese nadamás para entrar a hablar con Arpaio a sabiendas de que con toda la presión de la opinión pública, Arpaio no ha hecho caso? ¿Tan omnipotente se siente Sicilia como creer que él sí lo pudo haber hecho cambiar cuando no pudo cambiar al PRI y al PAN?

Javier Sicilia está de plano cayendo en lo mismo en lo que cayó el sub Marcos a principios del sexenio pasado, pretendiendo resolver hasta los problemas de la ETA en España. Eso ni le ayuda al problema de la violencia en México ni cambia nada.

Eso sí, sirve de perlas para sacarse fotos.

¿Quieres resolver el problema de la violencia en México, Sicilia? Tuviste la oportunidad durante las elecciones y la desperdiciaste haciéndote el anulista. Ahora tienes dos oportunidades más:

1. Regresándote a México y marchando al TEPJF, pidiendo audiencia con los magistrados, y exigiéndoles que invaliden la elección presidencial para que se haga valer la Constitución.

2. Si se niegan, llamando desde ahora a rechazar al PAN y al PRI, y apoyando a la izquierda en 2015 y 2018.

No desperdicies las oportunidades, Sicilia. Muestra que es de humanos equivocarse y de sabios corregir.

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