Luego de que Morena propusiera aumentar 400% el impuesto a las sodas (un total de 5 pesos) ayer en la mañanera Andrés Manuel López Obrador rechazó la idea y dijo que no se deben subir los impuestos.
Lo cual es un error garrafal.
Es un error porque en estos momentos lo que más necesita el país es que la gente se enferme menos. Y la mejor manera de prevenir enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes, es comiendo menos comida chatarra, particularmente sodas.
Seguramente AMLO está pensando que prometió en campaña no subir impuestos, y que si suben los impuestos en año electoral, su partido va a perder votos.
Pero si fuera el caso la gente ya se hubiera tragado vivo a Hugo López-Gatell, quien ha hablado en contra de la chatarra.
También se hubieran tragado vivo al gobierno de Oaxaca por prohibir la venta de chatarra a menores de edad.
Ninguna de las dos cosas han ocurrido.
En todo caso, si AMLO no tiene el valor para apoyar la iniciativa, que proponga una consulta como la que hizo para la cervecería en Mexicali. Si gana el SÍ, que no la haga de tos.
Porque francamente, si bien la mayoría de la gente avala su manejo de la pandemia, no es una mayoría tan sólida como debería tener a menos de un año de las elecciones intermedias.
Y si para las elecciones sigue sin tener esa mayoría, quién sabe cómo le vaya. En una de esas hasta pierde la mayoría en San Lázar. Y entonces sí su sexenio se va al caño.
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