Se hizo mucha polémica por el hecho de que Andrés Manuel López Obrador le regaló a los medios, por decreto, los tiempos oficiales que le corresponden por ley al poder ejecutivo.
Pero las críticas más bien se hicieron afuera de la bacinica, ya que el verdadero problema no es el regalazo en sí, sino AMLO otorgó el regalazo sin condiciones.
Lo cual sí es un error garrafal.
Mire usted:
Para empezar, tiene que quedar claro que cada vez menos gente ve televisión y cada vez menos gente escucha radio. Así que usar radio y televisión para difundir mensajes oficiales cada vez es más ineficiente.
Los tiempos oficiales de radio y televisión se establecieron en 1969, con Gustavo Díaz Ordaz. En ese entonces la radio y la TV eran los únicos medios de comunicación masiva de cobertura nacional. Tenía sentido que parte del espectro radioeléctrico --que es propiedad de la nación-- se usara para dar mensajes a la población. Aunque al final se usaron esos tiempos oficiales para propaganda oficialista.
Hoy en día, como dije, cada vez menos gente ve radio y TV, ya que la información migró a internet. En ese sentido, cada vez tiene menos caso que se usen esos medios para difundir mensajes de 30 segundos. Simplemente es un despropósito. No informan y no logran nada.
Por cierto: el gobierno federal debería suspender TODA la publicidad oficial. TODA. Ni un centavo para NADIE. Ni en TV, ni en radio, ni en medios impresos, ni en internet. Con una buena estrategia de redes sociales es más que suficiente para que el gobierno federal tenga comunicación con la gente.
PEEEERO...
El problema es que si bien la TV y la radio son cada vez más irrelevantes, AMLO no debió regalarle tiempos oficiales a los medios SIN forzarlos primero a usar el dinero para mejorar los salarios de sus trabajadores DE ABAJO.
Porque al final los medios van a comercializar esos tiempos oficiales y van a cobrar de publicidad lo que han perdido en los últimos años. Pero la mayor parte de ese dinero se va a ir a los dueños, directivos y accionistas de los medios. A los trabajadores de abajo no les va a tocara nada.
Por consiguiente, el regalazo de AMLO se convierte en un regalazo para millonarios, no para trabajadores.
Para que el regalazo de AMLO tuviera sentido, primero tuvo que haber obligado a los medios a aumentar sueldos a sus trabajadores. El propio AMLO ha insinuado en sus conferencias mañaneras, por ejemplo, que a los reporteros les pagan poco. ¿Por qué entonces le va a regalar AMLO a los medios tiempos que son propiedad de todos los mexicanos pero sólo para beneficio de unos cuantos oligarcas?
ESE es el verdadero problema del regalazo de AMLO.
Y que por cierto: ese regalo le va a durar unos cuántos años a los medios. La encuesta anual del Instituto Federal de Telecomunicaciones muestra claramente que cada vez menos gente ve la TV y cada vez menos gente escucha radio.
¿Qué va a hacer entonces AMLO cuando eso pase? ¿Volver a comprar publicidad oficial?
Es mucho el daño que los medios en México le han hecho al país como para que AMLO les siga dándo dádivas, ahora en forma de tiempos oficiales para comercializar. Y sin opciones de medios públicos que de verdad puedan ser una opción para que la gente se informe, resulta hasta un despropósito darles cualquier tipo de regalo.
Más bien AMLO debería subirle los impuestos a las ganancias millonarias de los dueños de los medios. Eso sería lo correcto.
Pero no: En vez de eso, AMLO mejor les dio chayote virtual que sólo beneficia a los dueños y directivos de los medios.
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