Si bien el pleito entre Martí Batres y Ricardo Monreal por el control del Senado me parece la típica rebatinga que ya le conocíamos al PRIAN y al PRD, sí me parece grave que Ricardo Monreal se haya quedado con el control del Senado, ya que ahora pretenderá darle un pinochetazo a Morena para quedarse con el control del partido y obligarlo a que lo postulen para presidente.
Sí; es verdad que estuvo mal que Martí Batres pretendiera reelegirse para seguir siendo presidente del Senado. Debió bajarse de la contienda y, en todo caso, poner a algún cercano si lo que pretendía era impedir que Monreal controlara la presidencia del Senado. Pero no lo hizo. Martí creyó que era más popular de lo que realmente es y que Monreal es menos pillo de lo que ya le conocemos.
Como resultado, Monreal impuso a la nueva presidenta del Senado y Martí Batres se quedó chiflando en la loma.
¿Qué sigue? Pues que el pleito Martí vs. Monreal ahora se va a recrudecer. Martí ya no tiene reflectores para postularse a Jefe de Gobierno del DF en 2024, por lo cual, en su desesperación, le va a subir al tono a los caballazos. Y Monreal, ahora envalentonado por haberse quedado con el control del Senado, va a tratar de darle un pinochetazo a Morena para quedarse con el control del partido.
Lo cual quiere decir que Monreal también le va a subir el volumen a sus intentos por quedarse con el partido, particularmente por medio de su achichincle Alejandro Rojas.
El problema es que si Monreal se queda con el control de Morena, eso significará el fin de morena como partido de izquierda y se convertirá 100% en el nuevo PRI.
Y es que Monreal es un pillo. Está en Morena porque AMLO creyó que si Monreal se iba al PRI, como amenazó en hacer cuando no le dieron la candidatura a Jefe de Gobierno del DF, entonces Morena no ganaría la jefatura de gobierno en 2018. Fue un grave error de cálculo, como la alianza con el PES. Si Monreal se hubiera ido al PRI, Claudia Sheinbaum hubiera ganado de todos modos ante el asco que le hubiera dado a los electores de izquierda que Monreal se regresar al PRI (de donde, seamos sinceros, realmente nunca se fue, ya que sigue actuando como priista hasta la fecha.)
Por lo tanto, Andrés Manuel López Obrador debe empezar a tomar precauciones para que Monreal no se apodere de Morena. AMLO no es tarugo. Sabe perfectamente que Monreal es un pillo. Y sabe perfectamente que Monreal no puede de ninguna manera tener más poder del que tiena ahora. Si lo permite, AMLO puede decirle adiós a su experimento de hacer un nuevo partido político, ya que terminará terminándose de convertir en el viejo PRI.
¿Y Martí Batres? Pues seguirá chiflando en la loma mientras siga siendo utilitario, bocazas y avorazado. Cuando se le quite, a lo mejor podrá tener más respaldo de la gente. Mientras tanto, no.
Mientras tanto, todos los que aún creen en el lopezobradorismo deben oponerse con todo a Monreal y a sus burdos intentos por quedarse con el control del partido. A Monreal lo único que le interesa es tener más poder. Es un pillo. No debería estar en Morena. Y quienes de verdad valoren el proyecto de Andrés Manuel López Obrador deben impedir que Monreal tenga ese poder.
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