En 2018 el sitio The Trace publicó un dato que debería alarmarle al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El dato es este: las leyes de Estados Unidos no castigan con severidad el tráfico de armas ilegales de Estados Unidos a México.
The Trace señala en un reportaje sobre tráfico de armas en México dos casos de traficantes de armas que compraron armas de fuego para el crimen organizado en México, incluyendo armas que pueden penetrar chalecos antibalas. Los dos fueron detenidos y sentenciados a prisión.
El problema es que las sentencias nisiquiera llegaban a los 4 años de cárcel.
A uno de ellos, quien traficó decenas de armas desde Chicago a México, le dieron poco menos de 4 años de prisión. Al otro, quien fue detenido en la frontera con Texas con armas escondidas dentro de muebles, le dieron tres años de prisión.
Eso quiere decir que cualquiera puede hacer grandes cantidades de dinero traficando armas de Estados Unidos a México sin mucha preocupación. Si no lo detienen, hacen mucho dinero. Si sí lo detienen, va a prisión 3 años. El incentivo para delinquir con esas sentencias es enorme.
Porque resulta que las leyes contra el tráfico de armas son tan insignificantes en Estados Unidos que virtualmente es imposible impedir que alguien compre armas en EU para luego entregarlas al crimen organizado en México. Esto se debe a que, con el pretexto de proteger el derecho a portar armas establecido en la constitución de Estados Unidos, las autoridades de EU no tienen permitido tener una base de datos de compras de armas. O bien, sí la tienen, pero estrictamente en papel. No se puede consultar de manera eficaz.
Lo cual quiere decir que el tráfico de armas sólo se puede frenar de manera eficaz desde el lado mexicano con leyes mexicanas.
Por cierto: al traficante que detuvieron con armas escondidas en muebles lo detuvieron las autoridades de Estados Unidos cuando se dirigía a la frontera. Eso quiere decir que con todo y lo laxas que son las les contra el tráfico de armas en EU, de todos modos hacen el trabajo de detener gente antes de llegar a México.
Pero en México no se tiene noticia de grandes decomisos de armas.
Si AMLO quiere reducir la violencia en México tendrá que hacer dos cosas:
1. Solicitar al congreso mexicano que apruebe leyes que endurezcan las sanciones por tráfico de armas y que obliguen a los ministerios públicos a investigar de oficio el origen de las armas.
2. Solicitar al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que busque una mayor cooperación con Estados Unidos para frenar el tráfico de las armas a México. Si no con cambios en las leyes de EU (lo cual será imposible mientras Trump esté en el poder), por lo menos con mayores revisiones para frenar la salida de armas de EU a México.
De lo contrario, la violencia en México siguirá igual o peor, ya que los traficantes de armas hacen muchísimo dinero. No van a dejar de hacerlo con una beca de 3 mil pesos al mes.
PD: Los documentos de la corte de Estados Unidos del caso de uno de los traficantes de armas dicen lo siguiente:
"[el traficante de armas] declaró que escondía las armas de fuego cada vez que llevó armas a México y que nunca lo detuveron en la garita cuando salió de Estados Unidos a México.... [y] que siempre usó la garita de Laredo, Texas, para el contrabando de armas a México."
En otras palabras, las autoridades mexicanas NUNCA revisan si alguien lleva armas a México. Y las pasan por las garitas convencionales. Ahí está el verdadero problema del tráfico de armas a México. A este traficante, de acuerdo con los documentos, las autoridades de EU lo detuvieron luego de que usaran perros entrenados para detectar armas.
Esa podría ser una medida inmediata que podría implementar la Secretaría de Relaciones Exteriores, en conjunto con el Ejército, para frenar el flujo de armas a México.
Otro dato que es importante mencionar es que el traficante no vivía en México, sino en Minnesota, y que le pagaban 500 dólares por cada compra de armas, para las cuales le depositaban dinero a una tarjeta de prepago o le daban el dinero en efectivo. Eso quiere decir que los programas sociales de AMLO no van a funcionar para frenar el tráfico de armas, ya que los traficantes nisiquiera viven en México.
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