domingo, 26 de junio de 2016

Dinero fabrica subjetividad "individual" @sladogna

         

En ejemplos más recientes, debemos seguir a Wittfogel cuando muestra hasta qué punto los Estados modernos capitalistas y socialistas participan del Estado despótico originario. Democracias, ¿cómo no reconocer en ellas al déspota que se ha vuelto más hipócrita y más frío, más calculador, ya que él mismo debe contar y codificar en lugar de sobrecodificar las cuentas? No sirve de nada hacer el inventario de las diferencias, a la manera de con-cienzudos historiadores: comunidades aldeanas aquí, sociedades industriales allí... Las diferencias no serían determinantes más que si el Estado despótico fuese una formación concreta entre otras, a tratar comparativamente. Pero él es la abstracción, que se realiza, ciertamente, en las formaciones imperiales, pero que no se realiza en ellas más que como abstracción (unidad sobreco-dificante eminente). No toma su existencia inmanente concreta más que en las formas posteriores que le hacen volver bajo otras figuras y en otras condiciones. Común horizonte de lo que viene delante y de lo que viene después, no condiciona la historia universal más que con la condición de estar, no fuera, sino siempre al lado, el monstruo frío que representa la manera, cuya historia está en la «cabeza», en el «cerebro», el Urstaat.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario