El pasado 19 de diciembre advertimos en esta columna que el precio del petróleo seguiría desplomándose, y que el desplome podría llegar a 35 dólares por barril.
Ayer, el petróleo mexicano se desplomó a 41.52 dólares por barril, el nivel más bajo desde el 18 de marzo de 2009, en plena crisis económica. Y si sigue como va, pronto se caerá a 40 dólares y de ahí no tardará en caer a 35, ya que sus desplomes han sido de 3 dólares o más.
Esto significa que la reforma energética que privatiza Pemex ya no es negocio ni para aguas profundas ni para petróleo shale, ya que cuesta 50 dólares extraer un barril de petróleo en aguas profundas y 45 un barril de shale.
Lo cual deja a México sólo con dos opciones para obtener petróleo: aguas someras y tierra firme.
En ambos casos el costo de extraer petróleo es de aproximadamente 7 dólares por barril. Si el petróleo mexicano se desploma a 35 dólares por barril, y se hacen contratos de renta compartida o de producción compartida, entonces eso le daría a los privados una ganancia de apenas 14 dólares por barril. Menos gastos de transporte e impuestos (en Estados Unidos, no en México, ya que aquí les permitirán eludir el ISR con la consolidación fiscal que ahora lleva otro nombre), posiblemente le quede a quien quiera extraer en aguas someras una ganancia de 10 dólares por barril.
Lo cual no es negocio. En Estados Unidos las trasnacionales se quedan con el 100% de la producción y sólo pagan un porcentaje de ISR. Les convendría más extraer en aguas someras en las costas de EU que en México.
Esto quiere decir también que por lo menos en 2015 no habrá quien quiera invertir en petróleo en México, ya que no hay un incentivo económico para hacerlo.
Tendría que recuperarse el precio del petróleo a más de 100 dólares por barril para que fuera rentable, pero eso no va a ocurrir en los primeros 7 meses del año y difícilmente ocurrirá en el resto del año.
De hecho, de acuerdo con Reforma, el precio promedio del petróleo por barril que pronostica Citigroup es de 63 dólares por barril. Con el detalle de que el pronóstico original era de 80 dólares, lo cual indica que probablemente se tendrá que reducir de nuevo el precio.
A México el precio del petróleo no le hubiera afectado en lo más mínimo si en vez de privatizar Pemex, México hubiera seguido el plan de Andrés Manuel López Obrador de dejar de exportar petróleo y usar toda la producción para refinarlo en México y luego exportar los productos derivados del petróleo.
Pero lo que le urgía a Peña Niero era privatizar Pemex para que sus cuates y los de Salinas pudieran hacer negocios con el saqueo de los recursos naturales.
Como consecuencia, ahora México enfrenta una crisis realmente grave al no tener suficiente ingreso petrolero.
Todo esto se puede remediar muy fácil: no votando ni por el PRI ni por el PAN, que son los que aprobaron la reforma energética, y votando por la izquierda, que es la que propuso el plan con el cual la caída del petróleo no hubiera afectado a México.
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