Esa cláusula le permitió a Televisa completar la adquisición del 100% de las acciones de Grupo Cable TV (Cablecom) sin informar al Institutdo Federal de Telecomunicaciones, dándole una ventaja que inhibe la competencia.
De acuerdo con Reforma, Televisa posee ahora 5.9% del mercado de TV de paga con Cablevisión y Cablemás; Otro 17.1% con Cablecom, Bestel y TVI; Y además tienen 35.8% del mercado con Sky.
La compra de Cablecom habría costado a Televisa 8 mil 550 millones de pesos.
Dish, competidor de Televisa, denunció que la ley secundaria de telecomunicaciones le da a Televisa una "licencia indiscriminada para comprar los pocos operadores (de TV de paga) que no posee."
Por si fuera poco, la presidencia de la República le adjudicó directamente a Televisa, sin licitar, la operación de su servicio de telecomunicaciones hasta agosto de 2016 por 230.6 millones de pesos por medio de la empresa Perbes, filial de la televisora de Emilio Azcárraga.
El mismo servicio se contrató por medio de licitación pública en 2007, lo cual ha levantado la sospecha de que se trata de un pago de facturas más de Enrique Peña Nieto a Televisa por haberle hecho propaganda durante años para poder impulsar su candidatura a la presidencia.
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