El dirigente del PAN, Gustavo Madero, insiste en que no van a aprobar las leyes secundarias de la reforma energética si no se aprueba primero en los estados la reforma político-electoral.
Pero ayer, Madero dejó ver que en realidad le vale al PAN la reforma electoral, y que aprobarán las leyes secundarias de la reforma energética que privatizan a Pemex con o sin reforma electoral.
"No vamos a amagar ni nos vamos a levantar de la mesa. El PAN no se va a levantar de la mesa, la reforma energética es nuestra, es nuestra visión del sector enérgico, por eso vamos a hacer que salga", dijo Madero de acuerdo con Reforma.
Lo dijo luego de que se quejó de que la reforma político-electoral no está avanzando en los estados y que ninguno ha cambiado sus constituciones para adecuarlas a la reforma electoral.
"El plazo fatal es el 30 de junio para realizar los cambios, por eso vamos a insistir en la urgencia de que estos temas se aprueben", dijo Madero.
Pero luego dijo que el PAN no se va a levantar de la mesa de negociaciones de la reforma energética y que "vamos a hacer que salga" porque esa, la privatización, es su "visión del sector energético".
Eso quiere decir que quedan 20 días para que por lo menos dos terceras partes de los estados cambien sus constituciones y así el PAN acepte votar la reforma energética.
¿Es posible que se cambien más de 20 constituciones estatales en 20 días? Tal vez. Pero es de dudarse que la mayoría de los estados priistas quieran hacerlo.
Y sería irrelevante además. Al final, el PAN se hará, como siempre, aliado del PRI para aprobar la privatización de Pemex con o sin reforma electoral.
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