domingo, 23 de marzo de 2014

Son mamadas de Caifanes (@CaifanesMex) eso de no decir nada sobre la salida de Markovich

Por Victor Hernández

He sido fan de Caifanes desde 1989. Simplemente porque fue la primer banda que demostró que se puede hacer bien rock mexicano. Todo lo anterior vale madre. Todo lo que siguió del rock mexicano, con la excepción de Fobia y Molotov, es one-hit-wonders que difícilmente llenan un EP con buenas canciones en el más optimista de los casos, y caquita en el peor.

Me pesó que salieran Sabo Romo y Diego Herrera de la banda luego de que sacaran el disco El Silencio, sin duda el mejor que han hecho.

Me pesó aún más cuando la banda se desintegró en 1995 cuando se pelearon Saúl Hernández y Alejandro Markovich.

Me decepcionaron los primeros discos de Jaguares, de los cuales algunas canciones son rescatables y otras son relleno que ni fu ni fa.

Me puse de pie y aplaudí con Cuando la Sangre Galopa, primer disco de Jaguares verdaderamente escuchable de principio a fin. Hasta hice un remix de "Viejo el Mundo" porque no me gustó el final lento de la versión original. Fue el único error que le encontré al disco.

Caí nuevamente en la decepción cuando los discos que siguieron de Jaguares nomás no daban el ancho y sólo unas cuantas rolas eran rescatables.

Vi con escepticismo el que Saúl Hernández y Alejandro Markovich se hubieran congraciado y volvieran a ser Caifanes, pero me dio mucho gusto poder volver a escuchar tocar en vivo a Saúl, Sabo, Diego, Alfonso, y Alejandro con los arreglos originales de las canciones y son las mamadas de arreglos que les ponían cuando Jaguares tocaban covers de Caifanes para rellenar el hueco que dejaba el quitarle, por ejemplo, el solo de guitarra de Markovich en Afuera.

Medio me hice a la idea de que Caifanes iba a ser una banda de, bueno, covers de Caifanes, aunque con la frescura del nuevo sonido de Diego Herrera en el teclado y siguiendo la estructura original de las canciones de los cuatro discos de Caifanes.

Medio esperé que en algún punto sacaran algún disco en vivo de sus giras como Caifanes. Algo por lo menos tan bueno como los discos de la gira Me Verás Volver de Soda Stereo.

Me hice también a la idea de que Caifanes no sacarían un disco con material nuevo. De hecho, esperé que OJALÁ no lo hicieran y le dieran en la madre a su imagen como lo hicieron los Hombres G con los bodrios de discos que sacaron luego de años y años de haberse separado.

Me hice también a la idea de que la única manera de escuchar música nueva de Caifanes sería escuchando sus discos de solistas, aunque fueran todos una reverenda porquería, empezando con el de Sabo -que tiene 3 rolas rescatables-, luego el de Saúl -que no tiene ninguna-, y en menor escala con el de Alfonso, que sí es muy agradable como música de fondo.

Lo que no me imaginaba es que Caifanes fueran a salir con la grosería a su público fiel de emitir un comunicado complétamente mamerto y coyón, sólo sugiriendo lo que deberían decir derecho y como hombres: que ya salió de la banda Alejandro Markovich, pero sólo diciendo que la banda "regresa a su formación original." De Caifanes, claro, porque de Insólitas Imágenes de Aurora eran Saúl, Alfonso y Alejandro.

El público no se merecía esa falta de respeto. Si pagamos por los boletos de los conciertos de Caifanes fue la hicieron de ultrajamón, dando entrevistas para que la gente supiera que "¡Miren! ¡Miren! ¡Ya nos contentamos otra vez! ¡Compren boletos!"

Lo mínimo que merecía el público era saber si por lo menos quedaron en buenos términos o si otra vez se volvieron a pelear y así saber si nos van a traer de sus pendejos cada X cantidad de años que se pelean y se reconcilian.

Pero no. A Saúl, Sabo, Alfonso y Diego no les alcanzó la cortesía ni el respeto para el público. Simplemente se hicieron güeyes y lo presentaron como si nada pasara.

No quiere decir que Caifanes no puede existir sin Markovich. El primer disco de Caifanes lo demuestra. Pero si ya les dimos dinero porque le vendieron al público la idea de una reunión de Caifanes, lo menos que pueden hacer ahora es ser honestos y hacer honor a la verdad.

¿Se pelearon otra vez? ¿Se enfermó Markovich? ¿O simplemente Markovich dijo "ahí muere, ya dimos show tres años y quiero dedicarme a otra cosa"?

Lo que hubiera sido, el público lo hubiera entendido. Total, es pedo de ellos. Pero eso de ponerse a hacerle a los ratones viejos (misteriosos pero muy pendejos) es una mentada de madre al público.

Cierro esta columna con las inmortales palabras harto filosóficas de la sabiduría cachanilla:

No mamayes en tiempos de camote. Espabilen la baba y alivianen el mosquero. Ya tienen peleas en la Coliseo y películas en el Curto.

UPDATE: Cuando Saúl Hernández y Markovich se reconciliaron, contaron con pelos y señales para la TV que fue porque iban a operar de un tumor en el cerebro a Markovich y que Markovich llamó a Saúl, y que hicieron las paces. ¿No que eso lo mantenían en privado?

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