sábado, 29 de marzo de 2014

Se destapó AMLO para 2018; La pregunta es ¿de verdad puede ganar?

Por Victor Hernández

Lo que era obvio desde que Andrés Manuel López Obrador hizo su propio partido, MORENA, ahora ya lo dijo Andrés abiertamente y sin simulaciones: Quiere ser candidato presidencial nuevamente en 2018. Lo dijo en un evento en Los Ángeles ayer por la noche.

Pero la pregunta es: ¿De verdad puede ganar Andrés unas elecciones presidenciales contra el PRI?

Andrés se enfrentaría a todo esto:
1. Su propia salud. El paro cardiaco que le dió no es poca cosa. Es una enfermedad que le puede volver a tapar las arterias. Y de aquí a 2018 hay aún mucho camino por recorrer.
2. Sus negativos. Andrés está causando negativos inclusive ante un sector importante de la izquierda que no se traga su discurso quasi-religioso del "reino de la justicia" y que está inconforme con la división que está creando el pleito de AMLO con los chuchos. ¿Cómo los va a convencer?

3. Su falta de nuevos seguidores. Lamentablemente, los que siguen a Andrés ahora son menos que los que lo seguían en 2006 y 2012. Al margen de que pierde por lo menos 40% de su voto por los perredistas que no van a apoyar a MORENA, tampoco está logrando atraer a seguidores nuevos entre el electorado independiente. Y en la derecha ni se diga. Los panistas lo siguen detestando y antes votan por Marcelo Ebrard que por Andrés.

4. Su falta de estrategia electoral. Andrés se enfrentaría en 2018 al mayor dispendio y compra de votos que se haya visto en la historia. Para ese entonces el PRI estará tan desgastado que sólo comprando votos de manera masiva podrá mantenerse en el poder. Pero Andrés no tiene una estrategia para contrarrestar la compra de votos. Debió haber imitado a Barack Obama para hacer su propio microtargeting, pero no lo ha hecho. Su estrategia se reduce a tratar de evitar que se le vayan los seguidores que ya tenía, los cuales claramente son insuficientes para contrarrestar una compra masiva de votos.

5. Su discurso trillado.  Andrés no se ha dado cuenta de que el público ya se cansó de su mismo discruso de siempre. Hay maneras de transmitir el mismo mensaje sin decir lo mismo, pero Andrés no quiere entenderlo. Ha repetido tantas veces lo de la mafia del poder que ya no causa impacto. Era como para que Andrés cambiara su discurso por lo menos para fines de marketing político. No estoy diciendo que deje de denunciar a los corruptos, sino que lo haga con una estrategia de comunicación que llame la atención del público. Lo de la república amorosa ya no se lo creen gracias a los ultras que todo el tiempo se la pasan agrediendo gente escudándose en Andrés. Si no cambia si discurso, Andrés no logrará convencer al electorado de votar por él.

6. Sus seguidores ultras. Un gran lastre para las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel son sus seguidores ultras. Mientras sus seguidores sigan haciendo apología de la violencia de anarquistas; sigan atacando al DF; sigan atacando a quienes critican a Andrés y a MORENA, en vez de ver las críticas como oportunidad para mejorar; se sigan cegando ante los errores, dedazos, y otras malas decisiones de Andrés; la campaña de Andrés no funcionará porque muchos electores independientes no lo van a querer apoyar. No por Andrés, sino por su esos seguidores; Por el temor a que gente que no es sensata como Andrés -quien sí es sensato- llegue al poder.

7. MORENA. MORENA se ha convertido en un problema serio para Andrés Manuel. Es muy obvio que MORENA no es un partido distinto, sino lo mismo de siempre; con acarreados, compra de votos en las internas, dedazos, destapes, candidatos impuestos que nisiquiera son del partido, y en general las mismas cochinadas que se pueden ver en los demás partidos. Eso ha causado que mucha gente no se acerque a MORENA y vean su propaganda de que es un partido distinto como una gran hipocresía. Vamos, por eso el cerco al Senado y otras manifestaciones similares fueron un fiasco. Si Andrés quiere votos, o tendrá que corregir TODO lo que MORENA está haciendo mal, o tendrá que ir en alianza con los demás partidos de izquierda. De lo contrario, MORENA no le dará más votos; le limitará la cantidad de votos que podría tener.

Lo razonable sería que luego de las elecciones de 2015, donde se verá realmente cuántos votos de verdad tiene cada partido de izquierda, Andrés haga una encuesta para determinar si de verdad podría ganar como candidato presidencial en de izquierda. Con todo respeto, decir "si la gente lo pide" es lo que dijo Juanito para no querer renunciar a la delegación Iztapalapa. Si AMLO puede ganar, perfecto; que se lance otra vez. Pero si no puede, debe cederle el espacio a quien sí pueda aunque sus seguidores -que son minoría- chillen y pataleen.

Esa sería la diferencia entre ser recordado como un gran hombre, como Heberto Castillo, o un hombre pequeño, como Cuauhtémoc Cárdenas.

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