El sábado pasado senadores del PRD dieron a conocer que el PRI está tratando de parar la consulta vinculatoria contra la reforma energética.
Lo que el PRI pretende hacer es aprobar en el Congreso una ley secundaria para consultas vinculatorias en la cual se establezca que sólo se puede hacer consulta sobre leyes ya aprobadas.
Eso significaría que las más de un millón de firmas que lleva recolectadas el PRD contra la reforma energética se invalidarían y tendrían que volver a recolectarlas pero hasta que se apruebe la reforma que privatiza Pemex.
Lo cual quiere decir que el PRI realmente está preocupado por la posibilidad de que la privatización de Pemex sea invalidada por medio del voto popular.
Lo cual, a su vez, indica que el plan de defensa del petróleo que realmente está funcionando es la consulta.
Qué bueno que se le ocurrió al INGAPE y que ahora lo está retomando el PRD. Porque Andrés Manuel López Obrador no quiso entrarle a la consulta del INGAPE porque -dijo- "eso es PRD."
Y ahora el "plan B" de AMLO no es la consulta vinculatoria, sino llevar a juicio a Enrique Peña Nieto, lo cual no ivalidaría la privatización de Pemex.
Otra prueba de que ya le molestó al PRI la consulta del PRD es que el PRI-DF exigió la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas como coordinador de asunto internacionales del gobierno del DF, alegando que participó en una causa partidista en horas de trabajo cuando asistió al Senado para la entrega de más firmas para la consulta vinculatoria.
Lo curioso es que el PRI nunca se quejó de otras actividades partidistas de Cárdenas hasta que el PRD rebasó el millón de firmas para la consulta que ha estado impulsando Cárdenas.
En otras palabras, al PRI le dio miedito y pretende intimidar a los que están promoviendo la consulta contra la reforma energética.
OJO: No quiere decir que Cárdenas deba ser el próximo dirigente nacional del PRD (ese debe ser Marcelo Ebrard), o el próximo candidato del PRD a la presidencia. Quiere decir que la estrategia de la consulta vinculatoria es lo que de verdad le está causando miedo al PRI.
Por consiguiente, esa debería ser la estrategia a seguir por todas las izquierdas.
De lo contrario, nada dentendrá la privatización del petróleo.
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