El Chayote de San Adolfo Hitler, Xalisco
Hombres necios que acusais A la edil sin razon Sabiendo que es la ocasion La que hace al ladron |
Monterrey, NL – 20 de noviembre del 2013 –
AP (Averno Press)
La alcaldesa de Monterrey, Sor Margarita
Arellanes, está construyendo una mansión cuyo valor excede y con mucho lo que
ha obtenido de sueldo como edil. De
acuerdo con la nómina del municipio de Monterrey, la alcaldesa percibe un
sueldo neto de 101 mil 377 pesos, que es su mayor ingreso oficial en los
últimos 16 años, periodo en el que laboralmente sólo se ha desempeñado en
cargos públicos.
El
inmueble se encuentra en construcción en el exclusivo sector de Olinalá, en el
municipio de San Pedro. Entre sus
vecinos se encuentra el ex gobernador priista Natividad González Parás. El valor de la construcción se estima en 20
millones de pesos. La mansión ocupa un
terreno de mil 695 metros cuadrados conformado por dos predios contiguos a
nombre de Arellanes.
La
alcaldesa Arellanes se hizo famosa por haber donado las llaves de la ciudad a
Jesucristo. Cuestionada sobre el origen
de los fondos que está utilizando para construirse su mansión, Arellanes respondió:
--Fue
un milagro del santísimo –explico Arellanes--.
Sois unos comunistas necios que acusais sin razon. Verán, yo había llenado con agua de la llave unas botellas de vino
Petrus (cuyo valor es de varios miles de dólares por botella – nota de la redacción)
que fui a pepenar al tiradero pues ya ven que vivo en la probeza por ser uno de mis votos. Las tenía
en un closet en mi cocina. Me hinque y
le rece al santísimo que me hiciera un milagro pues Nati y su esposa iban a
venir a cenar y sé que les gusta chupar de ese vino aunque a mí me sabe a
tepache. Y en efecto, para mi sorpresa, así
ocurrió. El agua se había convertido en
vino y además Cristo había dejado un baúl rebozante con centenarios en mi
closet y una nota, seguramente escrita por su secretario San Pedro, que me
indicaba que había de construir una casota pues así la prole sabría que Dios me
protege y me favorece.
Fuentes
del arzobispado indican que, en efecto, atestiguaran que hubo un milagro y que
cuestionar el origen de los fondos utilizados sería una blasfemia contra Dios. El arzobispo Perberto Rivera ha despachado un
inquisidor que ira a Monterrey a oír los casos de los que acusan a
Arellanes. De ser encontrados culpables
de blasfemia se les entregara a la justicia seglar, es decir, policías
municipals, para su castigo por los delitos de blasfemia y herejia. La
alcaldesa Arellanes ha indicado que probablemente se efectué un auto de fe en
la macroplaza donde se quemaran a los herejes con leña verde “para que los
ateos y comunistas aprendan a respetar pues estamos dispuestos a implantar la
modernidad del siglo XVII en Monterrey”.
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