De acuerdo con Reforma, lo anterior fue confirmado por el Arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias.
Los talles, dijo Garfias, instruyen a los sacerdotes sobre cómo tranquilizar a las personas, ubicarlas en lugare seguros, pedirles que vayan a los lugares donde pueden tener mayor protección, y cerrar las puertas.
Los talleres los imarten instancias de gobierno y algunas organizaciones de la sociedad civil.
Es decir, en vez de reducir la violencia en el país, el gobierno ha optado por acostumbrar a la gente a vivir con violencia.
La violencia en México sigue fuera de control desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder.
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