Existe entre los seres humanos una relación destructora y mortal.
Siempre está allí presente, en forma subyacente.
El mito político del struggle for life sirvió para insertar muchas
cosas. Si Darwin lo forjó, fue porque formaba parte de una nación
de corsarios, cuya industria fundamental era el racismo. J.Lacan
Una foto de un presidente Pascual Ortíz R., 1930, aporta elementos para comenzar a interrogar las paradojas en América Latina del nac/zionalismo. En el habla cotidiana en varías palabras no tenemos una diferencia sonora marcada entre la letra “s”, la “c” y la “z”. En México se está abriendo el debate frente al racismo del nac/zionalismo.
Una prueba es la existencia del movimiento encabezado por Javier Sicilia, la actuación de intelectuales como Paco Ignacio Taibo II dentro del Morena, así como otr@s intelectuales que operan fuera de la política ha desplegado y despliega el inicio de un debate, entre otros, sobre el nac/zionalismo en la vida social, espiritual y cultural. Es interesante observar que en el sur del continente ese debate se despliega, entre otras cuestiones impulsado por una mujer, Cristina Fernández de Kirchner con su proyecto y su práctica de una política en el horizonte de una patria ampliada: América Latina.
Jacques Lacan a diferencia de Freud localizó en 1938 el horizonte del racismo que acompañara el despliego de los complejos paternales, en particular, el papel desempeñado por LA madre – aquí LA está bien dibujada por la frase ¡A toda madre!, madre que sería toditita, Toda. (Ver:
http://xurl.es/qtnuv ). Conviene subrayar que un trazo marcado del racismo nac/zionalista se localiza en las imágenes que dan cuenta de quienes son los “daños colaterales” de la naco guerra. El racismo y su promoción por el actual lazo social y económico, el capitalismo neoliberal pone el acento y abre las compuertas para interrogar las premisas del nac/zionalismo.