miércoles, 8 de febrero de 2012

Ayuda a la Tarahumara: 67 toneladas de amor que comenzaron con un tweet...

"La noche de ese sábado no dormí. Me mordí el labio todo el tiempo pensando en que no tenía idea de en qué iba a terminar el impulso que me hizo decir “@Mirrimiu Pues hay que organizar, por lo pronto y a manera de emergencia una colecta de alimentos, no sé... pero no podemos dejarlos así!”

Ya para las 11:00 del domingo 15 de enero de 2012 estaba en camino al asta bandera de mi querido Zócalo capitalino. Lugar en el que se han dado cita los movimientos sociales más importantes y transformadores de este país.

No vi a nadie, o más bien, no sabía si alguno de los que estaban ahí iba a lo mismo que yo, así que grité “¡Alguien viene a dejar víveres para la sierra Tarahumara?".

Y desde ahí ya no paró el movimiento. Llegaron víveres, agua, ropa, manos y muchos corazones dispuestos a dar su tiempo y compartir lo que habían destinado para su mesa, con otros hermanos que estaban padeciendo una crisis alimentaria muy grande.

Ese día granizó de manera inusual, afortunadamente Sandra Lorenzano nos abrió las puertas de la Universidad del Claustro de Sor Juana, que se convirtió en la matriz de toda esta operación que terminó llamándose “Tuiteros en Acción”.




Durante la semana de acopio todo funcionó casi a la perfección, se designaron actividades y cada quién hizo lo que le tocaba, desde las relaciones públicas para conseguir respaldo para ir hasta Chihuahua, hasta el orden y la limpieza del centro de operaciones. Cada una de las personas que pasó por ahí hizo su mejor esfuerzo de manera desinteresada.

Nos enfrentamos a muchas crisis, propias de un movimiento que surgió de la noche a la mañana, pero que ayudaron a consolidar amistades preexistentes y a formar nuevos lazos que aseguro serán irrompibles. Cuando el corazón late al mismo ritmo y por la misma causa, sus latidos se hacen una sola sinfonía que resonará por siempre en la memoria de todos los que se hermanaron en un solo sentimiento.

Y llegó el domingo, ocho días después de que se comenzó el acopio, la fecha en la que se cargarían los vehículos. Dos tráilers y un torton, donados por Arturo Elías Ayub a través de la Fundación Telmex (quien se acercó personalmente al zócalo el primer día para ofrecer su colaboración), llevarían el más grande tesoro: la solidaridad de un pueblo que no esperó a que otros le resolvieran sus inquietudes, que decidió actuar de manera pronta para poner un granito de arena para mejorar la situación que tanto nos preocupó.

Todos estábamos conscientes de que esta no sería la solución para la problemática a la que se enfrentan los rarámuris ni cualquiera de las otras expresiones indígenas que dieron origen a lo que hoy somos, un pueblo multicolor, de contrastes, rico en manifestaciones culturales. Sabemos que aun si cada semana lleváramos alimentos, los problemas de fondo seguirían creciendo.

En medio de temores, de tensiones, de alegría, de unión, nos encaminamos el lunes 23 de enero hacia Creel, la cita fue a las 5:00 AM e la Universidad del Claustro de sor Juna, se tomaron las fotos para el notario y partimos."

Crónica completa de @AfroditaOpina , fotos de Ulises Praz, Citlally Hernández y Manolo Montenegro y videos de @prometeonuclear y @corbu000 en:

http://ayudararamuri.blogspot.com/2012/02/67-toneladas-de-amor-y-todo-comenzo-por.html




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