jueves, 26 de enero de 2012

Alejandra Barrales tendría deuda de cientos de millones a empresarios, denuncian

Alejandra Barrales tendría una deuda de cientos de millones de pesos con empresarios que pagaron por la publicidad de su campaña electoral, denuncia una presunta ex colaboradora de su equipo de campaña por medio de una carta que fue enviada a diversos medios de comunicación.

La carta, de la cual blogdeizquierda.com tiene copia, fue enviada a diversas redacciones de medios locales y nacionales vía email desde el 25 de enero, pero hasta el momento no ha sido divulgada por ningún medio.

El título del email, en el cual aparece como destinatario la persona de contacto del programa de Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula, es "BARRALES DEBE HASTA LA CAMISA Y POR ESO HIZO BERRINCHE." Fue enviado el miércoles 25 de enero a las 7:41 de la tarde e incluye el siguiente texto de presentación, del cual omitimos el nombre de la persona que lo redactó:

"Quiero compartir con usted, detalles de la millonaria deuda que contrajo Alejandra Barrales con empresarios mexicanos de la ciudad, para tener dinero y hacer su campaña y comó dejó colgada a la gente que trabajó abajo para ella.

Le pido su apoyo para difundir mi carta. Es momento de que se sepa la verdad. Gracias.

Mis datos están al final del documento anexo."


El documento anexado es un PDF de 11 cuartillas en el cual se relata con lujo de detalle cómo evolucionó la campaña de Alejandra Barrales hasta que fue descarrillada por la campaña de Miguel Ángel Mancera y los sucesos que ocurrieron tras la encuesta del DIA para seleccionar al candidato de izquierda.

Entre lo que relata la carta sobresalen los siguientes señalamientos:

Que el plan de Alejandra Barrales y su grupo no era solamente que fuera Jefa de Gobierno del DF en 2012, sino candidata a la presidencia en 2018.

Que empresarios del DF pagaron por la propaganda de Barrales.

Que se pretendía poner al delegado de Venustiano Carranza como Secretario de Gobierno del GDF.

Que se estima que se gastaron más de mil millones de pesos en la campaña de Barrales a lo largo de 2 años.

Que en específico, los empresarios le dieron a la campaña de Barrales 800 millones de pesos y empezaron a presionar cuando empezó a caer en las encuestas, debido a que no había manera de presionar a Miguel Ángel Mancera para que pagara esas deudas.

Que uno de los empresarios presuntamente dio más de 130 millones de pesos por un contrato de 2013.

Que otro empresario, que es bodeguero dio 75 millones de pesos a cambio de la Central de Abastos.

Que el balconeo de Alejandro Rojas desde España, de que supuestamente había ganado Miguel Ángel Mancera, tiró el plan de Barrales para desconocer la encuesta y forzar a Ebrard a desconocerla también o a que Mancera asumiera las deudas de Barrales.

Trascribimos a continuación el texto completo del documento en el email, excluyendo los datos personales de la autora, quien incluyó su nombre completo, teléfono y su email en el texto, además de su firma en cada una de las páginas del PDF.

El JAQUE MATE DE MARCELO EBRARD A ALEJANDRA BARRALES

Crónica de un berrinche anunciado.

México, D.F, a 24 de enero del 2012.

Soy militante del PRD hace 10 años. Participé desde hace 2 años apoyando en la Delegación Venustiano Carranza las aspiraciones de Alejandra Barrales para ser la candidata del Movimiento Progresista a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Primero, apoyando que fuera el método de encuesta para definir la candidatura, a sabiendas que Marcelo Ebrard no la quería ni le convenía, porque su “deifín" Mario Delgado, Secretario de Educación, no levantaba y que la única manera de imponerio, era a través de una elección abierta a los ciudadanos, en la cual, sin dudarlo, iba a echar a andar la maquinaria del Gobierno del DF, vía los beneficiarios de los programas sociales y de la Red Angel.

Nos opusimos prácticamente todos a ese método, ya que se habia resuelto satisfactoriamente la candidatura presidencial a favor de Andrés Manuel López Obrador sobre Marcelo Ebrard, quien ante el empate técnico en la encuesta —nunca conocimos el resultado real— trató de convencer, infructuosamente, a AMLO de ir a una elección abierta a la ciudadanía, donde, sin duda, hubiera tenido más oportunidad de competir y, tal vez, de ganar la candidatura presidencial de las izquierdas.

Por eso, ni Aiejandra Barrales, ni Martí Batres, mucho menos Gerardo Femández Noroña o Carlos Navarrete, querían cederle a Marcelo Ebrard la posibilidad de imponer a un “marceIista", en este caso a Mario Delgado, por la via de una elección intema. Más aún, ya definido el método, hubo el amago de Mario y su grupo para irse a elecciones. Aqui todavía ni pintaba Miguel Ángel Mancera, ya que el propio Marcelo Ebrard sabía que Alejandra Barrales le llevaba al menos 15 puntos de ventaja en diciembre al exprocurador.

Por tanto, era casi imposible que perdiéramos.

Sin embargo, a fines del 2011, cuando Miguel Ángel Mancera se decide por participar en la encuesta, la correlación de fuerzas empezó a cambiar rápidamente: empezó a recibir apoyos ciudadanos importantes como los del doctor René Drucker o de Alejandro Martí.

Su perfil ciudadano —no es miembro dei PRD— abrió sus posibilidades, a tal punto que nuestro compañero en la campaña, el diputado y dirigente del PT, Adolfo Orive, lo vetó por instrucciones de Alejandra Barrales, a fin de que Marcelo Ebrard se desistiera de apoyarlo. Era un mensaje claro: no vamos a aceptar a un “marcelista”.

Pero aun así, prevalecía la confianza de que ganaríamos de calle. Primero, porque durante más de 2 años, Alejandra Barrales iba arriba en la preferencia electoral y en todas las encuestas realizadas y, además, era la única mujer con el perfil para ganarle a Beatriz Paredes. Segundo, era cercana a Andrés Manuel López Obrador y se había ganado la confianza de Marcelo Ebrard, con las reformas que apoyó como Presidenta de la ALDF. Aunque después, en la eleccion de consejeros al PRD, le dio la espalda a Ebrard al promover nuestra propia planilla contra el grupo MEC, que tenía al Delegado de la GAM, Víctor Hugo Lobo, en la primera posición para ganar el Consejo Estatal y luego la Presidencia del PRD DF.

Convenirnos internamente, que ese cargo sería para el diputado y compañero exdelegado en la Venustiano Carranza, Julio César Moreno, ya que es uno de sus principales operadores y estrategas de campaña y ya sabíamos que sería el futuro Secretario de Gobiemo con Alejandra Barrales.

Como teníamos una amplia ventaja en las encuestas y podíamos aliarnos a otras corrientes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, además del apoyo de MORENA, era fácil ganarles al grupo MEC y no negociar ninguna posición para ellos. Ya tuvieron 6 años de oportunidad y ahora iba la nuestra.

Cerramos el paso a una elección intema y aseguramos que fuera el método por encuesta: de todos modos, dijimos, en la encuesta les ganamos a todos, negociamos con las corrientes y dejamos afuera a los “marcelistas”, más aún que perdieron la candidatura presidencial, y además, teníamos que cerrarle la puerta y Ia llave del GDF para el 2018 a Marcelo Ebrard.

Vimos la oportunidad: Alejandra Barrales como Jefa de Gobierno en el 2012 y candidata mujer, competitiva y de izquierda en el 2018. Seguro tendríamos todo el apoyo de AMLO y de los verdaderos líderes de izquierda, que vemos a Ebrard. Camacho y a su grupo, como advenedizos al PRD y pensamos que no representan a una verdadera izquierda, a pesar de que digan que son de "izquierda progresista".

Era nuestro tiempo y nuestro momento. Nos habíamos preparado con todo. Muchos empresarios empezaron a apostar, desde el principio, por Alejandra para asegurar su participación en contratos, negocios y proyectos. Así fluyeron la gran cantidad de recursos con los cuales no había rincón en el DF que no tuviera propaganda de Alejandra: espectaculares, bardas, folletos, cartas, propaganda en el Metro, Metrobús, vallas; en todos los portales de internet que abrían, aparecía Alejandra, en el Facebook, twitter, redes sociales, emails, etc.

El cálculo de los que saben de campañas, dicen que se gastaron más de mil millones de pesos, eso sin contar con las brigadas que teníamos y que cada semana a cada uno de los promotores se les pagaba 1,000 pesos en efectivo.

Toda la Ciudad de Mexico se cubrió de todos, pero la que más sobresalió fue Alejandra Barrales. Incluso, me consta, un experto en imagen le recomendó aplicarse Botox para lucir mejor. Me acuerdo que muchas le dijimos que no, que se iba a desfigurar después. En fin, cada quien. Lo importante era que su imagen brillara por toda la ciudad de México y que ganara sin deberle nada a Ebrard. Esa era la línea que nos dieron. Teníamos todo a nuestro favor.

Por eso, era imposible que perdiera. Menos frente a Miguel Mancera, que no tiene pasado de izquierda, no es político y mucho menos tiene aliados. Sólo ha sido un gran funcionario, y eso si, mantuvo al DF Seguro. Ahí sí, mis respetos.

Miguel Ángel Mancera lo único que tenía era el reconocimiento a su trabajo que hizo AMLO durante su gira en diciembre, pero que no se leyó como apoyo, sino solo para quedar bien con Marcelo Ebrard, porque sabíamos que Andrés Manuel no iba a poner en riesgo su candidatura por alguien que no tenía su linea discursiva, ni su confianza plena y mucho menos el liderazgo en la izquierda del DF, y que además lo aceptaran las bases de MORENA.

Pero fue entonces, a finales de diciembre, que empezamos a ver que Miguel Mancera empezaba a levantar. Al principio, lo vimos como algo normal, si se “cay ” el de Marcelo, se compensaba por la buena imagen de Mancera en algunos sectores de la sociedad, pero no como para poner en peligro el triunfo de Alejandra.

Luego, notamos que silenciosa, pero de manera persistente, se regaba como pólvora en todas partes que Miguel Ángel Mancera era el aspirante que apoyaban los dos líderes más imponentes que hoy tiene ia izquierda en Méxioo: Andrés Manuel López Obrador, nuestro candidato a la Presidencia de la República y Marcelo Ebrard, quien recibió el reconocimiento de propios y extraños, de adentro de las izquierdas y fuera de ella, por la forma en que apoyó, sin condiciones y hasta con elegancia, la candidatura de AMLO. Ganó perdiendo, pues.

Mancera, entonces, contaba con el reconocimiento de AMLO y era “marceIista", como luego lo destapó Alejandro Rojas, ahora exsecretario de Turismo de Marcelo Ebrard. Dos señales clarísimas para nosotros que algo ya se estaba moviendo alrededor de Mancera: el apoyo de líderes sindicales. Ciudadanos, sociales, intelectuales, empresarios, diputados, senadores. En fin, de muchísima gente y a una velocidad impresionante. Apenas iniciaba la tercera semana de diciembre y ya en medio de las vacaciones de la Navidad.

Para esas fechas, como el 20 de diciembre, sabíamos de una encuesta que ponía a Mancera casi empatado ya con Alejandra Barrales. No podíamos creerlo: ¿Cómo le están haciendo? Si estamos en vacaciones, nadie está operando en el GDF, porque la mayoría del personal está de vacaciones, nosotros —el equipo de Alejandra— estamos al 100 trabajando en campo y la Ciudad, en cada avenida y en cada colonia, hay una manta, un espectacular o una carta que estamos entregando.

No lo podíamos creer, incluso, pensamos en “fuego amigo", porque apenas la IDN de Bejarano estaba aún deliberando si nos apoyaba o no. AI final, dividieron su apoyo, porque —como luego se confirmó— querían tener elementos de negociación por si se tensaba o complicaba la encuesta.

¿Qué pasó, entonces? Que vimos que Alejandra iba bajando y Mancera subiendo. Antes del registro de Alejandra pedimos el apoyo a todos y cerramos filas con Benito Mirón, Secretario del Trabajo del GDF, con Laura Velázquez, también se sumó a Alejandra y así también varios diputados locales, el exlíder de Movimiento Ciudadano, ei diputado Guillermo Orozco y, por supuesto, el diputado Adolfo Orive. Y así blindamos la candidatura de Alejandra.

Ya registrada, incluso, propusimos una tercera casa encuestadora que auditara a las otras 2, para que no hicieran trampas metodológicas o que las preguntas no fueran truqueadas. Esta propuesta le fue hecha al Coordinador del DIA, Manuel Camacho, y fue respaldada por todos los aspirantes. como Martí Batres. Gerardo Fernández Noroña, Joel Ortega, Carlos Navarrete y hasta el propio Miguel Mancera estuvo de acuerdo.

Pero ya había mucho nerviosismo en el equipo, porque después de varios debates, entrevistas y presentaciones la Semana previa a la encuesta, nos dijeron que Mancera ya había rebasado a Alejandra. El Diputado Julio César Moreno y Roberto López, le exigieron a Manuel Camacho y le enviaron un mensaje contundente a Marcelo Ebrard que sacara las manos de la encuesta y que no movilizara a las estructuras del GDF.

Lo cierto —y eso lo sabíamos todos, incluida Alejandra— es que se desató un fenómeno con Miguel Mancera. Su imagen de ciudadano independiente, su filiación “marcelista” y el reconocimiento de Andrés Manuel Lopez Obrador a su trabajo, además de que en la calle la gente nos lo decía: la ciudad está segura, y él fue parte importante de que así sea. Ni modo. Era lo que nos decía la gente en el campo, en los mercados, en las unidades habitacionales y, sobre lodo, las bases de MORENA.

En ese contexto, Alejandra cita a al Senador Carlos Navarrete y negocian para que él decline a su favor antes de que sea levantada Ia encuesta. Buena jugada. El Senador traía un buen nivel de reconocimiento y los “Chuchos" —confirmado por el mismo Carlos Navarrete— tenían el compromiso de Marcelo Ebrard de apoyarlos en la candidatura a Jefe de Gobiemo, de la misma forma en que ellos se la jugaron con el en su intención de ser el candidato a la Presidencia de la República. Afirmó que Ebrard se las debía y que se las debía pagar. Y que de eso, ellos se encargaban, es decir, los “Chuchos".

De todos modos, Alejandra prendió los focos rojos desde el viernes antes de la encuesta, empezó a amagar y a quejarse de que se estaba influenciando a favor de Mancera. La verdad es que no lo vimos así: lo que si vimos fue que aumentaba su presencia mediática, y que estaban colocando espectaculares, vallas, en el Metro, llamadas a las casas a través de un call center, folletos y demás. Nada que no estuviéramos haciendo nosotros desde hace más de 2 años, y Mancera apenas empezaba a hacerlo ¡¡sólo dos semanas antes!!

Hasta comentamos, vaya, esto se va a poner bueno, porque además de que fueron novios, se conocen todo. Hasta hicimos un chiste sobre “amores perros”, pero todavía había confianza de que ganábamos, aunque fuera por 2 o 3 puntos. Nunca pensamos que nos ganara Mancera.

El lunes 16 de enero, en la noche, nos citaron a varios. A mi me mandó llamar el diputado Julio César Moreno y me dijo: “ya valió madres", Mancera va arriba y no nos vamos a dejar. Y le llama a Roberto López, para decirle que, por instrucciones de Alejandra Barrales, cite a una conferencia de prensa el martes y que la convoque después de mediodía, porque va a haber declaraciones muy fuertes.

Ahí si me empecé a poner nerviosa. ¿Qué íbamos a hacer? Y, además, debía mucho dinero de las brigadas y hasta pedí prestado para pagar algo de propaganda. Me dijo Julio César Moreno; “no te preocupes. Nos vamos a chingar a Marcelo, vas a ver”. Vete a tu casa y yo te llamo al rato.

Me fui muy intranquila. No me Ilamaron en toda la noche. Dije, qué hago, pues, me lanzo temprano a las oficinas y ahí me enteré de lo que pasó durante la noche del lunes para amanecer el martes. Me dijeron, mira, las cosas están muy difíciles. Mancera va adelante. Eso dicen. Además, está circulando una encuesta de “Reforma” que le da 2 a uno a Alejandra. El equipo se reunió toda la noche y acordaron 4 cosas:

1.- Alejandra hoy va a prohibir a las casas encuestadoras que saquen su nombre y mucho menos que digan qué porcentaje sacó. Así, sembramos la duda y descalificamos la encuesta. Si la sacan sin el nombre de Alejandra Barrales, aunque gane Mancera, nadie les va a creer. Y nosotros vamos a decir que ganamos.

2.- Que aprovechando que el Tribunal Electoral dijo que la encuesta no es obligatoria ni vinculante para que los partidos de izquierda la acepten, entonces, vamos a exigir que esa encuesta sea declarada ilegal e ilegítima.

3.- Vamos a pedir la renuncia de Marcelo Ebrard, como Jefe de Gobiemo, porque apoyó a Miguel Mancera con todo el aparato e influyó en la opinión ciudadana. Todos saben que es “marcelista” y que no es de izquierda como nosotros. En eso, hasta Andrés Manuel nos va a apoyar. Renuncia inmediata de Marcelo Ebrard por meter las manos en la encuesta y desviar recursos públicos en favor de su candidato. Ojo, aunque sabíamos que su candidato no era Mancera, era Mario Delgado que nunca despegó del piso.

4.- Nos están presionando muchos empresarios que apoyaron la campaña de Alejandra con más de 800 millones de pesos, porque se están quedando chiflando en la loma y no va a haber manera de que ni Marcelo ni Mancera cumplan con los acuerdos a que Alejandra llegó con ellos para contratos, tan solo uno de ellos, que es proveedor de medicinas dice que ya se lo cargó la chingada porque dio más de 130 millones de pesos por el contrato del 2013. Y otro que es bodeguero, está que revienta contra Alejandra porque le ofreció la Central de Abastos a cambio de 75 millones de pesos que ya le aflojó.

En síntesis, que Alejandra trae un desmadre con todos ellos, porque ahora cómo va a obligar a Mancera de asumir esos compromisos, cuando ese dinero nunca le llegó a Mancera. Eso es lo que se escuchaba y, obvio, a mi no me constaba ni conocía a ningún empresario, pero era más que evidente que había muchísimo dinero en la campaña desde hace más de 2 años. Claro, algo debía estar muy mal.

5.- Lo más importante, acordado con los “Chuchos", una parte de la IDN de Bejarano y otra parte de gente de Andres Manuel, Alejandra Barrales iba a desconocer la encuesta y anunciaría que, como siempre ha sido en el PRD del DF, que el candidato a Jefe de Gobierno sea vía una elección directa, luego entonces, al desconocer la encuesta, al no aparecer ella en la misma y al no ser obligatoria, pondría a Marcelo Ebrard contra la pared y seguro tendría el apoyo de las bases, porque de esa manera podríamos ganar, y lo más importante, es que entre las corrientes se podría negociar posiciones y, para el caso de Alejandra, podría ganar y, en el peor de los casos, imponerle al candidato "marcelista", es decir, a Mancera, que reconociera las deudas económicas y cumpliera con los millonarios contratos que había pactado con los empresarios que le ayudaron a toda su campaña.

Ese era el plan amaneciendo martes. Sonaba bien. Pero....

No contábamos con lo siguiente y nadie imaginó nunca que sucediera: que un funcionario tan cercano a Marcelo Ebrard, el Secretario de Turismo. Alejandro Rojas, fuera a adelantar el resultado de la encuesta, aplastando todo el plan y estrategia de Alejandra Barrales y su equipo. Nunca pensamos que eso sucedería, porque Marcelo Ebrard les leyó la cartilla a todo su Gabinete, incluido a Rojas, quien una semana antes declinó por Miguel Mancera, vía twitter.

Estaba clarísimo: nos habían madrugado ¡¡y desde España!! Ahora sí, dije, “ya nos cargó la chingada y más." Marcelo mandó a Rojas a decirlo. No había duda.

Por eso, ese mismo martes 17 muy temprano empezó también a circular un rumor: que Alejandro Rojas, Secretario de Turismo de Marcelo Ebrard, habia dicho en España que Miguel Mancera había ganado la encuesta. “Un "marceIista" será el futuro Jefe de Gobierno”, declaró Alejandro Rojas. El desastre. Decían que era oficial. Que él había sacado los resultados en España y que desde ahí mandaba el mensaje claro: ganó Mancera. Punto.

Me pusieron a buscar en internet la encuesta y las declaraciones de Alejandro Rojas. Sólo repetían los portales de periódicos y programas de radio y tv lo que habia dicho el portal de intemet de Reforma: "Ganó Mancera la encuesta: Rojas"

Entonces, era un hecho. Si Rojas —a pesar de la advertencia de Marcelo Ebrard a su gabinete— lo decía es que, una de dos, se había aventado por la libre, con el riesgo de complicarle más de lo que ya estaban las cosas a Ebrard, o dos, que Marcelo Ebrard se enteró del, ahora sí, “compló” de Alejandra contra él. Y se adelantó.

Nos tronó la bomba e hizo estallar en mil pedazos la estrategia y el plan de Alejandra Barrales. Los "Chuchos", Bejarano y el PT DF, para acorralar a Marcelo y convocar a elecciones internas y pedir la renuncia de Ebrard.

Alejandra, furiosa, hablaba con todos, mentaba madres y decía que esto no se iba a quedar así. La orden que nos dieron fue terminante: nadie diga nada y nadie haga nada.

La Jefa va a salir a los medios al rato. Que ya la anda buscando Marcelo, que ya anda Camacho buscándola. Que Rojas no estaba autorizada a decir nada, decían la gente de Ebrard. Hector Serrano, operador de Ebrard, llamó a Julio César para darle un mensaje de Marcelo: ya le pidió la renuncia a Alejandro Rojas. Se va a retractar. No dijo que fueran las encuestas oficiales, se refería a la encuesta del Reforma".

Nadie le creía nada. Rojas no se avienta ese tiro sin el permiso de su Jefe Marcelo, decían en el equipo. Son chingaderas, son chingaderas, gritaba por teléfono Barrales a Julio César, quien ya para ese momento se le veía más pálido que una tortilla.

Sólo musitaba: "no lo creo, no lo creo." Habló con el Senador Navarrete y lo calmó, le dijo que era imposible que Alejandro Rojas tuviera los resultados de las encuestas, porque había un convenio firmado de confidencialidad de las empresas encuestadoras y que era imposible que las empresas encargadas hubieran soltado esa información a Marcelo Ebrard y mucho menos hacérselas llega a España a Alejandro Rojas para que las soltara allá. Que él ya había hablado con Camacho y que le había ofrecido que Rojas se iba a retractar y que ya Marcelo le estaba pidiendo su renuncia por adelantar el resultado.

Serían peras o manzanas, pero ya el daño estaba hecho. Para la gente de la calle, por las llamadas a los celulares, por la llegada de la gente a las oficinas, y por la histeria en el equipo, en todos lados se daba como un hecho: Mancera ganó. Punto.

¿Y nosotros? A joderse. Alejandra se retiró de la mesa del diálogo; comió con Camacho, habló con Ebrard y anunció que se reservaba el derecho de reconocer a Mancera. Ya no le quedaba de otra. Marcelo le puso un jaque mate.

Y ahí me di cuenta, o Barrales reconocía a Mancera el jueves o ya todo estaba perdido para nosotros. Y así empezó a estirar la liga de la negociación. Pero la rompió. Lo que anda buscando es quién le pague sus deudas y quién le devuelva a los empresarios que invirtieron cientos de millones de pesos a cambio de contratos, prebendas, cargos y obras. Así de fácil.

Por eso le digo hoy a Alejandra Barrales: perdiste, si te vas al PRI o al PAN, serás una traidora al movimiento, a Andrés Manuel López Obrador y a Marcelo Ebrard, quien, a pesar tuyo, gracias a él, porque te hizo Secretaria de Turismo y luego líder de la Asamblea Legislativa, te impulsó y apoyó hasta el final, ahora te volteas y le muerdes la mano a él y a AMLO, porque si no reconoces a Miguel Mancera, con dignidad y gallardía, nos quedará claro que lo tuyo no era amor, sólo dinero.

Y yo, personalmentem me encargaré de pedir tu expulsión de las filas del PRD, porque mujeres como tú, chaqueteras y traidoras, no le sirven a México ni a la Ciudad que pretendías gobernar.

Por mi, te puedes ir muy lejos, tan lejos, que espero no volverte a ver en la política. Porque sí hay hombres con hue... hay mujeres que tenemos muchos más.


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