Publica El Universal el día de hoy que la Cámara de Diputados, controlada por el PRI, aprobó un presupuesto de 400 millones de pesos para las normales rurales y que "nunca en la historia de estos institutos se había autorizado un presupuesto de tal cantidad."
Esto quiere decir que a las 17 escuelas rurales del país les va tocar 23.52 millones de pesos a cada una para todo el año o 1.96 millones al mes.
Lo cual es justo y necesario, desde luego, pero por ningún motivo resuelve el problema de fondo de las normales rurales que ha llevado a las protestas: la falta de plazas.
Analice usted las manifestaciones de normalistas antes del caso Iguala y se va a encontrar con que lo que realmente exigen los normalistas son plazas. Trabajar, pues; Que haya más escuelas para los niños y que tengan buenas condiciones para que los niños aprendan.
Sí, es importante que las normales rurales tengan más recursos, pero eso sólo resuelve el menor de los problemas de los normalistas y maestros rurales. El problema de fondo no se toca.
Lo cual quiere decir que el PRI cree que puede resolver el problema de Ayotzinapa con dinerito, como hacía Felipe Calderón.
Pero mientras no se resuelva el problema de las plazas, mientras no haya más escuelas rurales, y mientras no se mejoren las escuelas rurales que ya existen, las protestas de normalistas y de maestros continuarán.
Así que si el PRI pretende decir que ya arreglaron el problema de Ayotzinapa porque ya les dieron más dinero, estará engañando a la opinión pública.
El problema es que al PRI no le interesa resolver el problema de fondo en la educación en México (la falta de escuelas, mejorar las que ya existen, pagar bien a los maestros, respetar sus derechos laborales) porque sabe que un país educado y con acceso a la información no va a permitir que el PRI siga en el poder.
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