martes, 28 de agosto de 2012

Magistrados del TEPJF: pónganse a trabajar, huevones

Correo que les mande a:
alejandro.luna@te.gob.mx,
flavio.galvan@te.gob.mx,
manuel.gonzalez@te.gob.mx,
salvador.nava@te.gob.mx,

constancio.carrasco@te.gob.mx,
carmen.alanis@te.gob.mx,
pedro.penagos@te.gob.mx

A veces hay que hablarle golpeado a la servidumbre.


Que mi boca se haga chicharrón. Ahora es cuando la patria necesita que el cielo en verdad un soldado en cada hijo le de.

Anuncio de la muerte de la republica

Este primero de julio, a la edad de más de 200 años, murió la republica mexicana.

Sin hijos soldados que estuvieran a su altura,
Con jueces venales, hipócritas, de caricatura,
Y un imbécil triunfando en su candidatura,
Agobiada y traicion
ada murió la pobre criatura,
Llorando y lamentándose de su desventura,
Hasta contenta de morir y terminar su tortura.

Pocos son aquellos que la lamentan,
Muchos con su muerte se contentan,
Sus hechos y glorias ellos no cuentan,
Pues con sus títulos ellos se ornamentan,
Y con falsas virtudes ellos se ostentan,
Mientras recordar la historia desalientan.

Sus ruinas no son de mil héroes memorias,
La infeliz muerta no tuvo hijos, tuvo escorias,
Atolondrados, avocados a solo cosas irrisorias,
Apáticos e ignorantes, muerta, de tus historias,
Solo conocían tus penas más no tus glorias,
¿Por qué lamentarte y hacerte dedicatorias?

Y veo tus huesos engordando los gusanos,
Y tus tesoros sacian la gula de marranos,
Mi lira es pobre y mis esfuerzos livianos,
Pobre muerta sois memoria de ancianos,
Pronto olvidada por los mismos mexicanos,
Asesinada y violada por los norteamericanos.


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