Por Victor Hernández
Hace unos días vecinos de 7 colonias de la alcaldía Benito Juárez, bastión panista en la Ciudad de México, reportaron olor a gasolina en el agua potable.
El gobierno de la Ciudad de México, a cargo de Martí Batres, hizo una investigación inmediatamente y se encontró que el agua de un pozo en la alcaldía Álvaro Obregón, gobernada por el PRIAN, estaba contaminado con lubricantes. Por lo cual se ordenó la clausura del pozo y se informó que tardaría 2 semanas en remover los contaminantes del sistema de suministro de agua. Y ya fin. No había nada más que agregar. Se trataba de una emergencia con el agua y se atendió.
Pero la derecha, miserable como de costumbre, usó la emergencia para tratar de sacar raja política. Mire usted:

